martes, 21 de octubre de 2008

¡¿Soy yo él?! Octubre 21, 2008.

MARTES 21 DE OCTUBRE DE 2008. La semana pasada escuché la conversación de unos estudiantes pre-adolescentes aquí en la Academia Kabbalah de Niños. Uno de los chicos estaba leyendo un pasaje del Zóhar cuando otro de los chicos más grandes lo regañó: "¡Así no es como Yehudá Berg lo hace!"

El chico le contesto en el acto: "¡¿Y, acaso soy él?!"

Exactamente. Los maestros están destinados a ser nuestros guías, pero al final del día, nosotros tenemos que forjarnos nuestro propio y único camino a lo largo de la vida. Como escribí hace unos días, tenemos que tomar nuestras propias decisiones, y no seguir ciegamente.
Hoy, sé tú mismo, y siéntete orgulloso de serlo. Seis billones de personas en este planeta, y sólo un tú.

Yehuda Berg
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Este sábado prácticamente sin querer llegué a una clase de demostración de danzas hindues junto con unas amigas. Yo pensé que iba sólo a presenciar ¡¡Y resulta que nos tocó bailar!!

Por supuesto que no ibamos ni cerca de llevar el atuendo adecuado, yo llevaba unos botines azules de tacón alto y delgado y mis amigas también iban bastante arregladitas pues habíamos tenido una comida previamente.

Total, nos tocó hacer la danza campesina de las cosechas de alguna lejana región provincial de la India y nos reimos como colegialas.

Una de las cosas que más me llaman la atención es observar a las personas, ver como la mentalidad influye en toda la imagen. Vi en este lugar un perfil personal que siempre me ha llamado la atención y es el perfil "sencillo". Mujeres que usan el cabello muy largo en trenza, vestidas de blanco, sin gota de maquillaje, con un look rápido y casual sin ningún tipo de pretención.

Me maravilla ver como habemos tantas modalidades de seres humanos. Me fascina ver a estas chicas cargar a los hijos sin que les importe si las embarran del dulce, que el rizo se les salga de lugar, nunca media y tacón sino huarachito de piel suavizada por el uso.

Sin embargo, cuando las veo y pienso si me gustaría ser así, también pienso en cómo me divierto combinando la media con el arete y el tono de la sombra, que la pulsera tenga todo que ver con la pinza del cabello y que el zapato sea lo más extraño posible, vestirme de mil colores brillantes combinando la ropa autóctona con la de top moda y hacer el look ecléctico siempre con collares y pulseras pero con un toque ejecutivo para la oficina.

¡Qué bueno que existimos tantos estilos! ¡¡La vida es de muchos colores y afortunadamente todos cabemos en ellos!!

Cariño,

Prana Pascual