Habrás notado que la vida oscila entre decisiones y temas que salen de nuestra voluntad, por eso cuando nos preguntamos si somos los arquitectos de nuestro destino siempre digo que si hasta cierto punto, porque aunque si existe un libre albedrío (si no, el trabajo espiritual no tendría sentido), pero toda situación cuenta con CONDICIONES y con circunstancias que pueden alterar los deseos de nuestra voluntad.
Si alguna vez has tenido oportunidad de construir algo, una casa, un proyecto, un negocio, verás que una cosa es lo que se piensa, y otra muy distinta lo que se puede ejecutar porque el territorio por si mismo manda en ciertas especificaciones que no son una opción sino una particularidad que debe ser atendida.
En construcción por ejemplo, dependes del tipo de tierra, de las dimensiones y forma del terreno y de dónde encuentras "el tepetate", dependes de si hay árboles, de si hay pendientes, en fin, no haces exactamente la casa que quieres sino la que puedes.
Y si, los humanos tenemos que lidiar con lo que se llama "tolerancia a la frustración" no hay opción, siempre toparemos con algo que no obedecerá a nuestros designios y a lo cual deberemos obedecer nosotros y hay que asimilarlo so pena de quedar paralizado del nivel de negación a la que nos enfrentamos.
En la porción de esta semana, Moisés se enfrente a la negativa: Él no podría entrar a Israel. Ruega por hacerlo, pero el permiso de Di.os le es negado.
Moisés implora a Di.os que le permita atravesar el Jordán para ingresar a la Tierra de Israel, pero Di.os le niega la petición y le instruye observar la tierra desde la cima del monte y luego designar a Josué como su sucesor.
¿Por qué después de 40 años de acompañarlos en el desierto él tendría que quedarse fuera?
Suena a una injusticia de Di.os, pero como tal, había una condición: entrando Moisés a Israel, entraría el estado de Mesías y los humanos no estábamos ni cerca de ese estadio de corrección de alma, muchos quedaríamos fuera de esa posibilidad. Una condición inamovible en ese momento de la historia.
Aprendemos del ejemplo de Moisés a aceptar límites personales y decisiones que no siempre se comprenden racionalmente; incluso los líderes más grandes enfrentan “no” como respuesta. A veces, aceptar la realidad manifiesta mayor sabiduría y humildad que resistirse a ella.
¿Lo has experimentado en carne propia? Hay que buscar entender el para qué, y desarrollar esa tolerancia a la frustración que nos permite seguir adelante a pesar del revés. Ya entenderemos si estamos abiertos a ello, por qué aún no
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Imagen https://www.euroinnova.com/blog/actividades-para-manejar-la-frustracion-en-ninos