Los 12 días de Aries. Día 5: Leo
Bienvenidos al quinto día de los 12 días de Aries, la ventana kabbalística de tiempo que comienza desde el anochecer del martes, 12 de abril, hasta el anochecer del miércoles, 13 de abril de 2016
Leo es un signo fijo de fuego. La energía de los signos fijos está concentrada y orientada, los signos de fuego poseen el don de la creatividad, la inspiración y el liderazgo. El signo de Leo es regido por el Sol, eso le da a Leo mucha energía y capacidad de compartir con los demás, aunque a veces no sea por las razones correctas. El lema de Leo es: “Deseo, luego existo”.
El arquetipo de niño interno de Leo se conforma con la satisfacción a corto plazo del ego en vez de la plenitud a largo plazo del alma. Espera y exige ser amado, admirado e irá muy lejos por conseguir esa validación. Patalea y responde con enojo cuando no satisfacen sus necesidades. El arquetipo de niño interno de Leo dice: “¡Mírame! ¡Importo! ¡Soy relevante!”.
Todos tenemos un poco del arquetipo de niño interno de Leo en nuestro interior. Quizá queremos responder agresivamente cuando alguien nos rechaza o quizá nos provoca hacer un berrinche cuando nos ignoran por completo.
Cualquiera que sea el caso, lo importante es no juzgar a nuestro niño interno. De hecho, el reconocimiento libre de juicio de nuestro arquetipo de niño interno de Leo puede motivarnos a buscar una conexión con nuestra esencia espiritual, la cual no necesita validación externa.
Conciencia del día: Resiste buscar reconocimiento o elogios. Usa tu poder para servir a los demás en lugar de usarlo para que los demás te sirvan a ti. Conéctate con la Luz de tu alma a través de la verdadera humildad.
Aún más importante, sé gentil contigo y con tu niño interno. Eres una obra en construcción y el hijo de Dios que te ama. La sanación proviene de reconocer positivamente y asumir la responsabilidad de lo que debemos cambiar, no de culparnos por todo.
Karen Berg
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Ayer escuchaba la clase de Ruth Rosemberg acerca de la porción de la semana Metzorá, que también habla de la lepra y ella explicaba algo muy interesante.
Generalmente entendemos que la lepra es un padencimiento que sucede en casa, ropa o piel y que en general lo podemos entender como el inicio de la purificación puesto que entonces el mal queda expuesto, y entonces es factible corregir y hacerse cargo.
El punto aquí es que, no solo es hablar mal de otro lo que la provoca, sino también el ocultar algo que es verdad y que debe ser expuesto.
¿Interesante no? Verdades que tenemos escondidas en un closet por así decirlo, cierto reconocimiento de algo que queremos ocultar y que no deseamos que sea visto por nadie más porque podría ser muy humillante.
Cuando entre los israelitas había alguien con lepra, lo que se obligaba a hacer era a que se fuera muy lejos de los campamentos, aislado, donde no pudiera hablar con nadie más, ni siquiera con otra persona con lepra. Pero no solo eso, después tenía que gritar "Estoy impuro, estoy impuro".
Nos explica Arel Grunwald que la lejanía y el aislamiento era justamente para evitar la palabra, ya que la había usado con tanto afán para decir lashon hará, y Ruth nos dice, el gritar su impureza era para sacar dicha verdad que tenía que ser dicha y que había estado siendo encubierta.
Ahora que estamos haciendo el trabajo de Pesaj...¿Qué corrección tienes que hacer al respecto del uso de tus palabras? Vemos estas dos vertientes...observa...¿Que necesitas purificar?
Ten un día feliz
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach