Hay un concepto completo del que hablan los kabbalistas y es que las almas son como el oro, creado en la entraña de la tierra y que cuando lo sacas, está cubierta
con tierra y otros minerales.
Es muy interesante esta analogía, especialmente si somos suficientemente curiosos para ver que el oro no sale como lo vemos en las caricaturas, ya listo para ser utilizado y trabajado en joyería --que por si mismo es otro gran proceso, ya que aunque es el metal más maleable de todos (que puede darse le distintas formas sin quebrarlo o romperlo, es decir, el que puede ser más labrado) no es fácilmente "extraíble"
El oro no siempre se encuentra en pepitas, la mayor parte del oro está en "chispas", polvito mezclado entre la tierra y para poderse "extraer" se usa agua con cianuro por días o meses, lo cual lo vuelve un proceso muy riesgoso y contaminante ya que despide vapores venenosos al ambiente.
En otros casos hay que ir hasta lugares muy lejanos, dinamitar o filtrar agua como al estilo gambusino para tratar de encontrarle
El refinamiento lleva sus otros pasos químicos y físicos, y posteriormente viene el trabajo de algún orfebre o joyero que pueda darle forma.
Son muchos pasos y mucho tiempo el que se requiere para la dorada aparición.
Estas purificaciones se llevan a cabo usando diferentes herramientas ninguna igual a la otra, de ahí saca el oro y
eventualmente puedes ver una obra maravillosa, pero jamás en automático.
Lo mismo es con las almas porque con la caída de la consciencia del hombre esencial, lo bueno y lo malo se mezcló.
Es nuestro trabajo ir haciendo esos proceso graduales de refinamiento. Lo hemos dicho, sin prisa pero sin pausa, tenemos que trabajar en nosotros mismos, en encontrar la negatividad aun cuando los procesos nos resulten incómodos y largos.
¿Qué hay de ti que separar del oro de tu alma?
¿Tu impaciencia, tu falta de aprecio, tu ansiedad, tu falta de propósito, tu falta de foco o de tenacidad? ¿Qué puede ser? Identifícalo para contar con la ayuda de Pesaj para separarlo de las capas, hasta obtener Aureum, del latín, como un amanecer dorado.
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2018
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