sábado, 8 de noviembre de 2008

Lengua vigilada. Noviembre 8, 2008.

SÁBADO 8 DE NOVIEMBRE DE 2008. Está en nuestra naturaleza el hablar mal de otras personas. Somos culpables de ello. Hay muchas razones por las cuales lo hacemos, inseguridad, celos y otras. Pero los kabbalistas dicen que la "mala lengua o mala palabra" es una de las peores cosas que podemos hacer a nuestra alma.

"Aquel que guarda su boca y su lengua, está protegido de un alma en problemas" - El Vilna Gaon, kabbalista del siglo 18.


Hoy, como dice mi madre Karen Berg dice frecuentemente, presta tnta atención a los que sale de tu boca como a lo que entra.

Yehuda Berg

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Seguramente algún día te has vestido de blanco, albeando perfectamente en un limpio reflejo de la luz solar, tan blanco que una paloma no tendría un color más prístino y puro, que un ángel no tendría las alas más claras...y ese día comes algún caldillo perfectamente colorido que brinca de súbito a instalarse en tu pecho ¿Cómo te sientes?


¿Absolutamente sucio no es así? Vestido de cualquier color es molesto mancharse, pero cuando estás de blanco es tan notorio, tan evidente ¡¡Tan disrruptivo!!


Y todos te dicen "échale sal para que corte la grasa" "tállalo con la servilleta de tela" "enguájalo en el baño"... y tu sólamente ves como peligrosamente la mancha lo que hace es expandirse y quizás en su circunferencia crear un halo un poco más naranja claro pero "perfectamente imperfecto" en el blanco lienzo de tu camisa...


Lo lamento, ya ni llorar es bueno, vas a vivir todo ese día manchado explicando como es que no entiendes como se te cayó justo esa pieza de pollo en la pequeña alberca de mole que expulsó tantos pequeños proyectiles que tuvieron tino todos de caer justo al frente donde más visible fuera ¡¡Justo el día que tienes presentación en un cliente!!


Bueno, pues así es hablar mal. Tu sueltas descuidadamente esa energía y los pequeños o grandes proyectiles de negatividad se esparcen sin control ni aún de quien fuera dueño de la palabra primigenia...ahora son libres de ir a destrozar la reputación de alguien, la imagen de alguien, de lastimar, de calumniar, de poner en duda, de causar separación entre la gente.


No importa ya que lo niegues, que lo talles con agüita. Les diste vida propia y has creado un monstruo.


Se dice que eso es la mala palabra, una energía que una vez que has liberado ya no puedes detener, como la mancha de grasa que crece al intentar desvanecerla.


¿Resultó esta descripción una imagen lo suficientemente gráfica?


Recuérdala cada vez que estés por descuido o intención lanzando misiles de negatividad a través de tu voz. Detente de inmediato, quizás logres que no todo esté perdido. =S


¡¡Shabat Shalom!!
Prana Pascual