Esta semana estamos recorriendo la porción llamada Pekudei (contabilidad o cuentas de), la última del segundo libro del Pentateuco, es decir del libro Shemot (Libro de Nombres) o Éxodo.
En este "capítulo", la gente trae a Moshé todos los materiales finalizados que se necesitaban para levantar el Tabernáculo y llenarlo con el mobiliario, las decoraciones, los altares y las vestimentas completas.
Aunque ya todo estaba listo, los contenidos y el trabajo hecho, nada podía manifestarse sin la energía de Moshé, quien lo había coordinado todo.
¿Has visto este tipo de situaciones en las que alguien es la clave de algo? Hay mucha gente participando, pero hay alguien que da sentido a todo lo que está aconteciendo?
Él era el canal, el alma más elevada que jamás había vivido, el era lo que se llama "una vasija corregida" y los demás, los que aún estamos en ese proceso podemos apoyarnos de dicha vasija para hacer nuestro propio proceso de corrección. El venía a compartir con este mundo y aún hoy seguimos leyendo y aprendiendo de él. Hay que notar algo: gracias a él estaba pudiendo suceder esta conexión tan importante y sin embargo todos jugaban su parte, es una correlación, tampoco sirve de nada un maestro sin alumnos, o un líder sin gente que le siga y apoye, o un médico sin pacientes, la Luz y la vasija se necesitan mutuamente y normalmente se interconectan a través de un canal.
En esta relación de Luz- Canal- Vasija, Moisés (el canal) veía lo que pasaba, pero no era el juez de los israelitas, era su guía.
Recordemos que Moshé los vio caer en quejas y en tentaciones, en equívocos, pero no era quien les sentenciaba, ni quien les juzgaba, en realidad él solo marcaba el camino, pero su energía era la necesaria para dar vida a este episodio de trabajo espiritual de sus contemporáneos.
¿Cómo participas tú en dar vida y animación a los lugares en los que te encuentras? ¿Participas con tu sola presencia para que las cosas fluyan o aún estás en otra etapa, una en la que aún estás más bien recibiendo indicaciones para poder llegar al siguiente escalón?
Me parece que solo son distintas etapas y no es digno de juzgarse, pero si es importante darse cuenta de qué en cierto punto somos receptores y ser humildes para ello, sin molestias y sin sentirnos humillados: ser un buen alumno o aprendiz, pero cuando ya sabes, cuando ya puedes, ser suficientemente humilde para compartirlo sin mancillar la honra de nadie, simplemente comprensivo(a) de que los otros están en otra parte del proceso y eso es todo.
Aprender a ser vasija o canal, saber identificar en cual rol estamos, saber que ambos son imprescindibles y que ninguno es mejor que otro y que no amerita que se inflame el ego es un punto importante dentro de nuestro camino espiritual.
Feliz lunes Comunidad
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Apoyada en La Biblia editada por El Centro de Kabbalah Internacional
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