martes, 18 de febrero de 2020

Distinguir cuerpo y alma


Esta porción está llena de leyes: leyes sobre esclavitud, asesinato, propiedad, etc. 

En realidad --menciona Ruth Rosemberg- es un poco aburrida, pero es la porción más perfecta para demostrar cómo, sin el Zohar, no es posible entender la Torá. 

El Zohar dice que esta porción se ocupa de la reencarnación, y que las leyes de la esclavitud son realmente las leyes de la reencarnación. No hay otro comentario que puedas leer en esta parte que revele esto, excepto el Zohar. Ni siquiera lo mencionan.

Necesitamos el Zohar para decodificar las lecciones de esta porción, de la misma manera que necesitamos el Zohar en la vida en general, porque las cosas no siempre son como se ven. 

Si usamos nuestros cinco sentidos para juzgar la realidad, estaríamos perdidos, porque muchas veces lo que parece ser un caos. es una bendición, y lo que parece bendición, puede ser un caos y hay que estar despierto para distinguirlo.

¿Por qué es tan importante saber la diferencia entre lo que hace el cuerpo y el alma? 

Porque tenemos que saber hasta qué punto somos esclavos. 

Todos somos esclavos de nuestros cuerpos, de nuestro deseo de recibir solo para nosotros mismos. El Zohar dice que cuando un alma baja a este mundo es como un trozo de Luz. El alma es pura Luz puesta en el cuerpo que es el deseo de recibir. El alma puede convertirse en esclava del cuerpo. ¿Cómo sabes cuándo sucede esto? Cuando no tienes control sobre tus pensamientos. 

Podrías ser una persona que comparte la mayor parte del tiempo, pero cuando estás intimidado o humillado, ¿qué pasa con nuestra consciencia de compartir? Se esfuma. 

Cambiar, hacer restricción puede permitir que la embarcación del alma crezca un poco. Te estás volviendo espiritual. El ciclo es encogerse, crecer, etc.

Si el cuerpo está en control, no podemos recibir realmente la Torá, y eso fue lo que pasó en el Monte Sinaí. Si se entregó la Luz, pero no pudimos retenerla. ¿Por qué reencarnamos de nuevo? Porque el cuerpo hace al alma esclava. Si el alma tiene el control, no se reencarnará porque podría recibir la Torá.


Esta semana, debemos llegar al punto de saber si nuestras acciones provienen del alma o del cuerpo. Tenemos que ser diferenciados. Tienes que saber de dónde vienen tus acciones o no sabrás si es la Luz o tu ego.

Nota: el cuerpo es también un recurso maravilloso, es la vasija, es el 1% que completa el 100%, no se trata de mal-tratarlo, se trata de que no nos domine. Esta aclaración me parece muy pertinente para que no se llegue a prácticas históricas como el cilicio, las flagelaciones y otras que de esa manera querían doblegarlo. El trabajo es de CONSCIENCIA.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta

Basado en clase de 2004 Ruth Rosemberg