El concepto de adulterio e incesto en Rosh Hashaná, desde la perspectiva kabbalista, se refiere a la separación y mezcla incorrecta de las cualidades masculinas y femeninas a nivel espiritual, algo equivalente a mezclar los electrones con los protones en un átomo lo cual destruiría el balance electromagnético del átomo.
Con masculino y femenino nos referimos más a esta naturaleza de carga que estrictamente a macho y hembra, aunque hay una equivalencia.
Un átomo tiene ambas energías, pero no ocupan el mismo espacio y su interrelación adecuada mantiene la estabilidad.
El desequilibro del adulterio o incesto corresponde a mezclas inadecuadas, por ejemplo, relaciones entre padres e hijos o relaciones fuera de los acuerdos de equilibrio, pero en otros planos, es por ejemplo, querer ocupar un lugar que no te corresponde ("aún" por ser prematuro, o definitivamente que no te corresponda por derecho de consciencia o por orden de la naturaleza), desear lo que no es tuyo, confundir mente con corazón y viceversa. Romper los estados armónicos entre dos o más elementos. Aquí podremos encontrar los celos y las envidias, los robos, tomar (o anhelar con saña) lo que no nos pertenece etc.
En la Kabbalah, el adulterio y el incesto representan una desviación o ruptura espiritual derivada del "rompimiento de las vasijas", un estado donde las energías masculinas y femeninas se mezclan incorrectamente, llevando a la infidelidad, la traición y las desviaciones sexuales. Este fenómeno no es solo conductual, sino que tiene una raíz espiritual profunda.
Todos podemos caer en esta transgresión o uso inadecuado de nuestra energía vital (que es justo el concepto de pecado - averá ---> transferencia de energía) y queremos recuperarla, pero para ello, hay que identificar que eso nos está sucediendo.
¿Quién quisiera regalar su energía vital a un propósito insulso o ajeno? Yo no 😨¿Y tú?
Prana Raquel Pascual - Psicoterapia Gestalt
Imagen https://manizalesnaturismo.com/blog/el-poder-de-la-energia-espiritual/