martes, 15 de marzo de 2016

Martes 15 de marzo de 2016. El termómetro.


Martes 15 de marzo de 2016

No siempre podemos ser la mejor versión de nosotros.

Está bien no estar bien.

Karen Berg
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Este fin de semana tuve la oportunidad de estar en un curso en el que estuvimos hablando acerca de las emociones, un tema en el que he procurado adentrarme a lo largo de mi carrera porque me parece el verdadero territorio en el que habitamos los seres humanos. Pensamos que somos muy racionales, y que todo lo decidimos con la cabeza, pero eso en realidad es muy parcialmente cierto, ya que la mayor parte de las decisiones las acabamos tomando con un componente de emocionalidad, de preferencia, de obediencia hacia algún valor o creencia que no necesariamente tenemos bien esclarecido, que tal vez ni siquiera lo tenemos identificado, y que sin embargo vive dando órdenes desde el closet.

Algo interesante de las emociones es que no son ni buenas ni malas en origen, de hecho, todas tienen un componente adaptativo que nos ayuda a esclarecer de la mejor manera nuestras decisiones y nuestros siguientes pasos y esa mezcla entre pensar y sentir generan un resultante bastante mejor que hacerlo con un solo lado de la cabeza.

El tema que aquí me planteo es , está bien no estar bien de vez en cuando, pero me parece que ese no es buen momento para tomar decisiones permanenetes, sino para estudiarnos a nosotros mismos.

¿Qué es esto que me gatilla para irme hacia mi peor versión? ¿Qué me causa tanto enojo, tanta frustración? ¿Cómo estoy interpretando y los significados de los demás?

Así cómo una emoción que clasificamos cómo mala..."No te entristezcas, no te enojes"...pero que si no lo hacemos bloqueamos una capacidad de expresar algo que necesitamos que se module en nuestro entorno (te entristeces hoy para ser reintegrado a un grupo por ejemplo, te enojas para poner un límite necesario por ejemplo)...un día malo tiene que ser nuestro termómetro para calibrarnos

¿Qué me está pasando? ¿Qué aprendo de mi al respecto?

Así como podemos aceptar no estar siempre al cien, tampoco podemos aceptarnos siempre estar en la calle de la amargura. Los matices son simplemente la manera de aprender de nosotros mismos y de ir adueñándonos de nuestro carácter.

Así si. Si un día no estás bien ok, pero esto no es permiso de dimitir en el esfuerzo de ir para arriba otra vez y aprender de ello.

Eso creo yo. ¿Tu que opinas?

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach