miércoles, 4 de enero de 2023

Nuestro buen esfuerzo


El trabajo espiritual NO ES, si no es con alegría, porque la presencia de la Shejiná (la presencia de la Luz que nos acompaña en este plano físico) no está donde hay tristeza ni donde hay orgullo.

La Shejiná no puede estar donde hay pesar. El trabajo espiritual hecho con alegría es lo que nos hace sentirnos Shalem (paz completa y perfecta), es decir, completos.

En estos años, lo que llevo observando, es que la felicidad la debemos ir aprendiendo a partir de nuestro trabajo de transformación y de consciencia. No se logra a partir de que las cosas sean fáciles, sino de ir superando las oportunidades, las vivencias e ir creciendo. 

Se va creando capacidad de sentirse feliz a partir de relacionarnos en armonía con otros y disfrutar de la comunión alegre y pacífica que nos da el compartir nuestro tiempo y nuestra atención y bienestar con nuestro prójimo. Se ve logrando a partir de ser creativos y compartir nuestras ideas y vivencias. Pero eso es una práctica que se tiene que ir generando día a día, no es algo que nace de la nada.

Quien simplemente espera a que la felicidad llegue, sin haberla ido "aprendiendo" o asimilando, no será un anciano satisfecho y mucho menos feliz.

¿Te anticipo algo?

La vejez es un periodo para el cual no deberíamos llegar sin incorporar en nuestro entendimiento que se trata de la cosecha de lo que siembres cuando aún tienes el vigor de la juventud. 

Si eres alguien que abraza la tristeza y no se separa de ella mientras joven, alguien que siempre tiene quejas de cómo son las cosas y de las otras personas, difícilmente se volverá más tolerante con la senectud.

No hay motivo para pensar que de pronto en la vejez serás un anciano conforme y feliz, si no vas trabajando en aprovechar cada día de verdad, como un regalo, porque después, las condiciones -quieras o no- van modificándose y la libertad de movimiento empieza a disminuir, y lo que esperamos, es que lo que puedas contemplar te sea satisfactorio y no tengas grandes arrepentimientos no atendidos a tiempo.

Para ser viejo hay que prepararse, de otra manera la luz que tienes en la vasija puede no ser suficiente para esos momentos en que la actitud es mucho más valiosa que el poder físico.

Con todo respeto te lo digo, quien no se prepara para ser viejo, puede enfrentar un duro despertar a este periodo porque ciertamente, la vida se vuelve cada vez más contemplativa y menos móvil y quizás tu manera de compartir sea permitiendo que otros te apoyen a ti y te cuiden. 

No deja de ser una enorme lección ver el proceso humano en su etapa culminante. Los habrá con Shalem y los habrá con desesperación. 

Espero Comunidad, que nuestro trabajo espiritual sea un abrigo que nos cobije, pero hay que irlo confeccionando desde lo antes posible. Integrar una alegría desde el interior por haber tenido la oportunidad de esta experiencia de encarnación y haberla vivido con gracia.

Con todo respeto e intención: El verdadero juez de nuestra propia experiencia seguramente seremos nosotros. Ojalá encontremos arcas llenas de luz, de las cuales regocijarnos de nuestro buen esfuerzo en esta vida.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach
Imagen https://elzoharesplendor.wordpress.com/2013/07/10/shabat-shalom-la-shejina-un-arbol-de-vida/