viernes, 10 de agosto de 2012

Viernes, 10 de agosto de 2012 ¿Cambio?

Viernes, 10 de agosto de 2012    
El Baal Shem Tov decía que si una persona reza y permanece igual luego de hacerlo, es como si no hubiese rezado. Lo mismo se aplica a nuestras acciones de compartir. Cuando realizamos un acto espiritual, deberíamos verificar si somos una persona diferente después. Una mejor persona.

Yehuda Berg
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¿Para que rezas?
Claro, rezas para pedir ayuda de la Luz, pero rezas para cambiar, y siendo otra persona, un "tu" corregido merecer ser afin a las bendiciones, sin "crear vasija" no puedes contenerlas.
El problema no es tener negatividad en ti, el problema es no verla, porque de eso puedes estar seguro, la ignorancia, jamás es vacuna de protección para el mal, y desde donde esté, va a actuar si estás des-prevenido.

¿Cuando puedo tener el reconocimiento de la negatividad en mi? Cuando entiendo lo fuerte del orgullo, la rabia, la envidia, y puedo ver inseguridad, miedos, cosas dolorosas pero aún así, puedo darme cuenta que puedo ser ayudado...

Hablemos hoy de las 18 bendiciones de la mañana. No son 18 por casualidad, este número corresponde al valor numérico de Chaim (Jaim) Vida. =) A eso te quieres conectar con estas bendiciones.

Pero cada una por sí misma busca que despiertes un aspecto de lo Alto dentro de ti mismo...si dejas que sea despertado, por supuesto.

La primera bendición nos conecta con la capacidad de escoger entre Luz y oscuridad, de manifestar nuestro libre albedrío.

La segunda bendición nos conecta con abrir nuestros ojos a la percepción, a la intuición de ver realmente la vida.

La tercera bendición nos conecta con liberarnos de nuestro deseo de recibir solo para nosotros mismos: avaricia, egoísmo, miedo etc.

La cuarta bendición nos ayuda a enderezar nuestra visión retorcida de la gente y las cosas cuando estamos centrados sólo en nosotros mismos.

La quinta nos ayuda a encender nuestra Alma para poder seguir la Luz en la oscuridad del mundo material que no da satisfacción duradera.

La sexta bendición conecta con darnos la fortaleza para derrotar a nuestros deseos negativos.

La séptima nos ayuda a balancear nuestro deseo de compartir y nuestro deseo de recibir en ese delicado equilibrio que se requiere.

La octava nos da certeza y luz cuando el camino ocasionalmente se oscurece.

La novena nos asegura de que recibamos lo que nuestra Alma necesita no lo que nuestros deseos reactivos nos dictan.

La décima nos conecta con el amor, y que con este podamos conectarnos con Di-os.

La undécima nos da la habilidad de capturar  y almacenar la Luz, nos carga de Luz de mundos superiores a lo largo del día.

La duodécima nos da apreciacion, por poder tener cambio interior, crecimiento espiritual y con este, crear el mundo que nos rodea.

El décimotercero, es para elevarnos del deseo de gratificación inmediata y momentánea.

La décimocuarta, es para apreciar nuestra capacidad de crear Luz espiritual, así como la posibilidad que las dos mitades de una misma Alma se reúnan.

La décimo quinta nos ayuda a despertar espiritualmente.

La décimosexta nos conecta con la energía interna de la Torah, nos permite encender todas las otras bendiciones, para tener energía y pasión espiritual.

La décimoséptima, nos permite preocuparnos genuinamente por otras personas y compartir proactivamente.

La décimoctava nos conecta con la realidad del Árbol de la Vida, con la satisfacción, el orden y la dicha sin fin.

=)

Cómo verás, no es sólo rezar, es inyectar intención, tener cavaná.

Las dieciocho Bendiciones las puedes encontrar con esta explicación más amplia, en el Libro Dialing God, Conectarse con Di-os, de Yehuda Berg.

Pero si no lo tienes, sugiero ampliamente que inyectes una profunda consciencia a lo que tu reces, que no sea sólo un momento de palabras, sino de elevar tu naturaleza reactiva para realmente poder ser ayudado a ser una versión potencializada de ti mismo.

Te mando un abrazo con cariño Comunidad.

Vamos a empezar el viernes y por la noche, será Shabbat.
Shabbat Shalom =)

Prana Pascual