Ayer tuve una conversación muy interesante acerca de la porción de la semana Schlach Lecha, que nos habla de las dos posibilidades en la oportunidad humana: afrontar la vida como espías, o como turistas.
Y de ahí surgió una posible confusión, una posible manera de elegir sufrir, tratando de verlo hermoso a como dé lugar.
La realidad es que la porción trata de asegurarse que somos seres con opción.
De nada sirve tener libre albedrío, si tu mismo cancelas tu posibilidad de tener opciones.
El miedo es un enemigo intenso que nos susurra al oído que esto es todo, que ya no hay más, y que hasta aquí llegamos.
La verdad, es que la espiritualidad nos habla de nunca generarnos un lugar tan estrecho en nuestra propia mente, como para pensar que ya no tenemos ninguna otra oportunidad.
Y es verdad que podemos llegar a ese sitio como llegaron los espías. No es que les cayó un rayo vengador por dar un testimonio negativo, lo único que les hizo perder --no solo lo que podían ganar sino lo que ya tenían--, fue pensar que su situación era la única viable, que ya no había manera de que hubiera algo más y algo mejor.
Entrar a Israel (que más que una Tierra es una consciencia) con la mirada de turista, es justamente darte cuenta de lo posible, de que hay más aún, de que si no lo tienes ahora no quiere decir que nunca lo tendrás, que si no lo sabes, que nunca lo sabrás, que si no lo eres, que nunca lo serás.
Transformarte para abarcar un mejor estado de consciencia está siempre en ti.
Este es un Universo de oportunidades, lo que puede hacer una consciencia negativa es pensar que ya no hay nada más.
Aunque sabemos que en toda situación de este mundo hay Luz y Sombra, y que podemos apreciar todo, hasta el problema que nos está enseñando algo, no quiere decir que nos tenemos que quedar a vivir por siempre en ello.
Abrazarte a tu caos es una de las opciones ¿Pero notas que no es tu única opción?
Y después de elegir, habrá otra vez opción de elegir ¿Cuales más opciones se abren?
Como nos decía Shimon, parafraseando al Rav Berg: Asegúrate de nunca llegar a una situación, en la que no tengas opción.
¿Cuándo es eso? Cuando no ejerces nunca tu libre albedrío y dejas que una situación se extienda se extienda, se extienda, y se decida como un decreto.
¿Estás consciente de ello?
Feliz día
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
Frase Pinterest / Antonio Machado
