viernes, 22 de octubre de 2010

Octubre 22, 2010. Ríndete


VIERNES, 22 DE OCTUBRE DE 2010


El verdadero control llega cuando aprendes a dejar ir. Cuando dejas de intentar dirigir el espectáculo, te abres a la claridad y a la visión. Rendirse a Dios puede ser dramático. Puedes, literalmente, caer de rodillas y la Luz fluye.


A veces rendirse es más sutil. Es una sonrisa y el silencio cuando alguien dice algo que tú sabes que es incorrecto, pero en realidad no importa. Rendirse es cuando tomas una decisión de preferir tener paz a tener la razón.


Yehuda Berg

___________________________

Cuando alguien es el Chassan (el lector de la Torah) tiene mucho trabajo de consciencia previo ya que la Torah es de una sola pieza, escrita a mano, con caracteres hebreos totalmente precisos, pero sin vocales, lo cual hace que tengas que haber estudiado el sentido y la consciencia para poder tener ese mérito.


Durante la lectura es muy importante escuchar la fonética porque cada una es una vibración, pero a veces también es importante ver, porque algún carácter se muestra engrandecido o en su mínima expresión de dimensión, porque habitualmente expresa la disminución del ego.


En otros momentos, incluso muy remarcables en la lectura, hay grandes espacios que quedan sin escrito entre una palabra y la otra, espacios en blanco, que son igualmente importantes, si no es que más. Esa pausa es señalada y mostrada para hacer contacto visual con ella.


Uno de esos días estaba yo sentada justo en la fila de atrás de donde estaba mi Maestro Ariel y al ver ese "blanco" le pregunté, ¿Que quiere decir ese espacio entre los sonidos? Y me dijo en respuesta fuerte y clara: "Pura Luz"


Las letras son la restricción de toda la luz que hay en el pergamino, vemos las letras, pero lo que en realidad es la conexión es el universo que las contiene y que ellas tan específicamente nos dejan ver alrededor de sus formas (!!!)


Me quedo pensando entonces en nosotros, en nuestros días comunes y corrientes, me quedo pensando en las palabras malgastadas como moneda de uso, explicando, pidiendo, defendiéndonos, dando nuestros puntos de vista, expresando lo que nos pasa por cabeza y corazón, pero la verdadera inmensidad está en el silencio de lo que callamos. Di-os no nos habla con palabras pero con todo lo que nos rodea y eso es el universo entero.


El poder de la palabra es grande, pero el del silencio es infinito.


Hace unos días acabo de encontrar un libro que me tiene maravillada, me encontré con el buscando una lectura para mi mamá y no podía creer cuando lo comencé a hojear que hubiera alguien a quien le emocionen las palabras tanto como a mi, o quizás más porque ha hecho ya de ello su vida y su manera de buscar transformar la vida de otros.


El libro promete ser un tesoro, pero sólo de sus primeras páginas Kevin Hall me ha regalado ya una palabra que me parece digna del mejor amor interior:


Genshai**


Significa, que uno jamás debe tratar a otro de forma que le haga sentirse menospreciado. Nunca mirar, tocar o dirigirnos a otra persona de forma que se sienta menospreciado. Dice textual:


"Si yo pasaba junto a un mendigo en la calle y le arrojaba una moneda con gesto despreocupado, no estaría practicando el genshai. pero si me arrodillaba y le miraba a los ojos cuando le depositaba la moneda en sus manos, esa moneda se convertiría en amor".


¿Quisieras practicar genshai el día de hoy? Quizás encuentres un amor de por vida, de hoy en adelante por esa pequeña palabra, que es en realidad todo un universo de intención.


Hoy al verse las primeras tres estrellas en el firmamento será Shabbat.


Shabbat Shalom. Que siempre viva la paz en tu corazón.


Prana Pascual


** Se pronuncia "guén chai"

"El poder de las palabras" Kevin Hall, Editorial Urano


Imagen