En Números 18:19, se habla del "pacto de sal" (brit melaj), donde Di.os declara que las ofrendas sagradas dadas a los sacerdotes serán "alianza perpetua como la de la sal" para siempre ante el Eterno. El versículo dice:
“Todas las ofrendas alzadas de las cosas santas que los hijos de Israel ofrecieren al Eterno, las he dado a ti, y a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción legal para siempre; alianza perpetua como la de la sal será para siempre ante el Eterno”.
La sal ocupa un lugar destacado tanto en la espiritualidad como en las prácticas rituales, y su simbolismo es profundo y multifacético dentro de la Torah y la Kabbalah.
El Brit Melaj (Pacto de Sal), implicaba que en todas las ofrendas que subían al altar, cereales, incienso, pan, nunca faltara la sal, tanto así es de importante, que hasta incluso se utilizaba en la rampa del altar para evitar que los sacerdotes resbalaran.
El simbolismo espiritual de la Sal incluye:
El Pacto Eterno con el Creador; simboliza lo perpetuo y lo inalterable, ya que nunca se descompone ni pierde su sabor. Por eso se usa como señal de pacto eterno entre Di.os y el pueblo de Israel, y en particular con los sacerdotes y la descendencia de David.
Conservación y pureza ya que además de sazonar, la sal preserva los alimentos de la corrupción. Así, representa la preservación de la relación espiritual y la pureza del pacto.
Humildad y servicio: La sal, a diferencia de la levadura (que simboliza la arrogancia al inflar el pan), permanece invisible y realza el sabor de otros elementos sin protagonismo, lo que la convierte en símbolo de humildad y servicio.
Equilibrio de fuerzas: En la Kabbalah, la sal representa la gevurá (severidad o rigor divino), mientras que el pan representa la jesed (bondad). Por eso, la costumbre es untar el pan en la sal y no al revés, simbolizando el deseo de que la bondad domine sobre la severidad. ¿Lo has notado? Cuando se hace la bendición del pan, el que bendice toma el pan y la aprieta contra la sal, no al revés.
Desde la perspectiva kabbalista, la sal es la dimensión interior y oculta de la Torah, difícil de asimilar por completo, pero esencial para dar sentido y profundidad a la experiencia espiritual.
Así como la sal no se ve en el alimento pero transforma su sabor, la dimensión mística de la Torah transforma la vida espiritual de quien la integra.
La expresón "La Sal de la Tierra" aparece en el Evangelio de Mateo quien refiere que Jesucristo nombró a la humanidad de esa manera ¿Por qué? Porque "la sal de la tierra" son personas esenciales, valiosas y necesarias para la vida y el bienestar de la sociedad.
Y tú ¿Actúas con la sal de la Tierra?
¿Qué te pareció este pequeñísimo fragmento de la importancia espiritual de la Sal?
Shabbat Shalom,
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Apoyada de Perplexity IA
Imagen https://universal.org.mx/la-sal-de-la-tierra/