domingo, 8 de diciembre de 2019

Mantenerte en tu Centro


En esta porción llamada Vayishlach, es en la primera que sale el nombre Israel, es decir, que se manifiesta con nombre propio el concepto de mente sobre materia, elegir la espiritualidad por sobre del mundo del 1% o mundo material. 

Justamente la historia de Jacob y su hermano Esaú, nos habla estos dos gemelos teniendo una pelea que dura años por sus naturalezas tan diversas. 

Notemos, son gemelos con naturalezas diversas, tal como se ve el mundo espiritual y el material y como aparecen ante nuestros ojos, nos cuesta diferenciarlos porque se ven aparentemente iguales para nuestros sentidos pero en el espiritual existe una convicción clara de que hay un orden inteligente que rige el mundo y que sincronizarnos con él, siendo afines, funciona perfectamente; por otra parte, la realidad material con las interferencias de nuestro ego, vive constantemente pareciendo abrupto y caótico. El espiritual tiene un sentido que nos es diáfano y el otro nos es confuso e incomprensible.

Jacob y Esaú se pasaron una vida lidiando, siendo diferentes, llevando vidas separadas eligiendo caminos totalmente apartados. Representan dos realidades completamente diferentes, pero en esta historia Esaú represente el prototipo el concepto la energía de la negatividad, de la columna izquierda, el deseo de recibir para sí mismo y nuestra necesidad de batallar con la aparente ausencia de Luz. Es constantemente lidiar con ello.

Jacob en cambio, es el patriarca que representa las cualidades de la columna central, es decir, de la restricción y la espiritualidad como un trabajo que no es solo compartir o desear, sino ser dueño de sus causas y por tanto de sus efectos, de balancear los puntos de vista, de poder demorar la satisfacción de los impulso y de merecerlos.

Esa semana podemos trabajar estos atributos, estar en nuestro centro, confiar en el proceso sin estrujarlo o querer comer el fruto verde, balancear nuestros puntos de vista y esforzarnos por lo que queremos, sin querer manipular el resultado. 

En el mundo espiritual, pones todo lo que está de tu parte y dejas que se manifieste, no lo exiges ni pateas el árbol para que caiga la fruta.

¿Te sientes preparado para lograrlo? A practicar Comunidad.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera / Psicoterapeuta