domingo, 8 de abril de 2018

Hoy es día ocho del Omer


Guevurah es la séfira que estaremos corrigiendo esta semana, y ahora vemos el aspecto desde esta otra perspectiva, a recorreremos desde los aspectos de Chesed hasta Maljut, trabajando a manera de "facetas", todo lo que debe modelar a la estructura y la disciplina, el rigor y los límites --que aunque suenen palabras duras-- son de tanta utilidad en nuestra existencia.

Chesed de Guevurah

La imagen que se me viene a la mente es cómo una elemento tan suave y lleno de frescura y vida como el agua, puede dar forma a la roca y erosionarla, horadarla, suavizar sus bordes más afilados y volverlos redondos y suavizados.

Chesed es la benevolencia, Gevurah es la disciplina, el rigor, la estructura.

Ser capaz de tener disciplina y orden, pero no con un juicio áspero y cortante sino suavizado por el amor, esto genera un cauce que sirve, tanto al agua como a la piedra, y aún más, a quienes pueden ser receptores de un amor bien encauzado.

Imagina el agua sin contenedor, piensa cuando se rompe un vaso y se desparrama toda el agua. Eso es Chesed sin orden, el agua libre de correr y expandirse sin control, hasta donde le sea posible. Un vaso puede parecer un pequeño océano ante ti por sus alcances de inundar hasta los rincones más recónditos.

Si puedes mantener el orden con un componente inherentemente amoroso, no exigente por agresión, sino por el bien del otro, entonces podrás tener una estructura para desarrollar a otros y permitirles que desarrollen su potencial: hijos, empleados, relaciones, proyectos, en los que ambos elementos puedan ser entregados para el bien común.

Este es el ejercicio espiritual de hoy, una estructura y disciplina que no deje de amar a quien está formando pero que tampoco lo deje dispersarse sin control tanto que no puede ejercitar su potencial.

¿En qué relaciones puedes ejercitar este gran Bien?

Prana Raquel Pascual



Imagen 
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