jueves, 3 de diciembre de 2020

La enorme hazaña

 

Una de las razones por las que las figuras de la Torá son tan convincentes es que no son modelos de perfección; al contrario, son individuos complejos que luchan con la condición humana. Y ninguna figura en la Torá encarna esta dicotomía más que Jacob. Es, verdaderamente, un hombre quebrantado, su lucha por el autodescubrimiento se ve empañada por lo que podría describirse como una personalidad dividida. Quizás una indicación de esta división es el hecho de que recibe un segundo nombre, Israel, que en hebreo significa "El que lucha con Di.os"

Y fiel a esta dualidad, mientras que la Torá presenta el nombre de Jacob como derivado de la palabra para talón, una traducción literal del nombre de Jacob en hebreo, la palabra raíz עקב ( ayin, kuf, bet ), sería, “uno que engaña. " Jacob muestra los primeros signos de desempeñar el papel del Tramposo, por ejemplo, la forma en que llega a poseer la primogenitura de Esaú.

De este punto hay muchas cosas que podemos reflexionar, una de ellas es que en este mundo no se nace santo y que es el proceso de la vida sumado con nuestra voluntad y nuestra consciencia es que podemos ir torneando un carácter y una capacidad de elegir Lo Justo.

Jacob nos muestra que lo que se hace se paga em términos de causa efecto, por ello hay que estar claros de lo que sembramos: el ganó la primogenitura a partir de un engaño ¿Porqué no habría el de ser sujeto también a un engaño cuando quiso casarse con Rachel? Si no nos detenemos a analizarnos, es un detalle que nos puede pasar por alto y podemos pensar que el malvado Labán se aprovechó de un Justo, pero en realidad era apenas "simiente de Justo", ya que todavía no lo era, era alguien con buena inclinación, pero aún sin el mérito ganado, mismo que vemos que fue ganando a lo largo de su vida con mucho esfuerzo, con dichas y desdichas.

Y así un día se volvió Israel El que lucha con Di.os, el que confronta a Di.os, el que le pregunta y dialoga, el que no se conforma con el silencio espiritual.

En realidad, estos somos nosotros, estos que estudiamos diario y que a veces volteamos hacia el Cielo y decimos "No estoy de acuerdo" y decidimos hacer algo para cambiar lo que parece un destino asignado. 

Pero luchar una batalla justa es respetar al contrincante, aprender de él, tener honor, saber ganar y saber perder y realmente al final, salir fortalecido y transformado.

La Luz, la Fuerza o como gustes llamar al Poder Superior, hizo en nosotros una creación especialísima, una que puede auto-observarse y elegir. Por supuesto con esto había que esperar y tolerar que nos íbamos a equivocar, que haríamos muchos desastres antes de revelar El Orden, pero confiar que La Luz, nuestra verdadera naturaleza, eventualmente prevalecerá.

¿Cómo vives tú esta transformación del infante al adulto espiritual? No sé si lo hagas con cierto placer de la enorme hazaña que esto implica, pero al menos espero la estés haciendo con consciencia.

Tu me dirás querida Comunidad

P.D. la foto es de un sitio que habla del milagro agrícola en Israel, la capacidad que han tenido de sacar frutos del desierto :-) ¿Acaso no es un ejemplo muy inspirador?

Prana Raquel Pascual

Coach de Vida y Carrera - Psicoterapeuta Gestalt

Apoyo en https://www.myjewishlearning.com/torah-portions/parashat-vayishlach/

Imagen https://www.myjewishlearning.com/torah-portions/parashat-vayishlach/