martes, 17 de agosto de 2010

Agosto 17, 2010. Un pedacito de verdad

MARTES, 17 DE AGOSTO DE 2010

Ahora es el momento de observar tus juicios, porque tu realización está justo más allá de ellos.

Hoy, concéntrate en una relación difícil en la cual estés poniendo mucho juicio sobre la mesa. ¿Cuál es ese pedacito de verdad que compartes con la persona que está siendo juzgada?

Yehuda Berg
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Te voy a contar algo que nunca he dicho, no es que sea un gran secreto, pero es algo que en otro momento pensaría que es innecesario comentar porque me parecería más bonito lo que se ve, que lo que es.
Hace varios años cuando trabajaba en el área de recursos Humanos de un Banco, conocí a una chica que denominaré G.

G era una chica muy querida por todos , yo no la conocía porque cuando yo ingresé, ella estaba de incapacidad por maternidad, así que sólo me tocaba escuchar hablar de ella.

De G. no hablaban sólo con cariño, hablaban con admiración y constantemente mencionaban sus grandes cualidades, lo inteligente y aguda que era /y claro espero seguirá siendolo, sólo que le perdí por completo la pista).

Cuando finalmente la conocí a mi también me pareció una persona magnética ya que su sentido del humor tenía un algo un poco ácido, incluso a veces ligeramente cáustico, pero tenía tal gracia que dado que no lastimaba genuinamente a nadie, todos podíamos festejar las bromas.

Un día ella me dijo algo que me dejó azorada, me dijo: "A mi si hay algo que me choca, es la gente que es muy amable". Yo me quedé congelada porque yo en cambio aprecio mucho la amabilidad y las buenas maneras, e incluso me considero dentro del rubro de los que dicen cuando aplica "por favor" y "gracias".

Pensé que era una gran diferencia entre G. y yo. No me extrañaba tanto tanto, porque ella era muy sincera en sus comentarios y nunca buscaba caer en gracia aunque curiosamente eso era lo que conseguía (?)

No la interpelé en ese momento pero se me grabó por años como verás.
Pues bien, hace algunos días conocí a una persona, una mujer muy linda, de muy buenas maneras, extremadamente cuidadosa en su forma de expresarse, tanto tanto, que resultaba...ops...¡Empalagosa!
La chica seguía hablando y demostrando mucho conocimiento del tema que me exponía, me mostraba una pulida educación y una capacidad de ser considerada con los demás...y sin embargo, dentro de mi, algo me impelía a casi exigirle que no nos tratara con tanto cuidado, que no nos preeviera cada paso o cada pensamiento a los que la escuchábamos, que por favor no fuera tan exageradamente amable puesto que yo prefería que me dejara más admirarla por sus logros que por su excesiva benignidad que nos ponía en una especie de desventaja para tratarla, cualquier cosa tenía que ser al menos igual de perfecta que su trato si no sería como abusar de su nobleza como decían en el Chapulín Colorado =)

Exhaustiva. Me daban ganas de decirle, danos chance de ver, de descubrir por nosotros mismos lo que estás diciendo, no quiero todo "peladito y en la boca" como dicen las mamás cuando se dice que te están resolviendo las cosas hasta de más.
Quise decirle, "dejanos estresarnos", "dejanos que nos de algo de nervio" "dejanos sorprendernos", no nos resuelvas la vida sólo para sentirte bondadosa y aceptada...
Y ahí estaba el recuerdo de G: "A mi si hay algo que me choca, es la gente que es muy amable"...
Casi me oí a mi misma diciendo exactamente lo mismo...opppps ¡Pero si a mi me encanta la gente amable! ¡Yo misma lo soy! Pero de pronto me quedé pensando..."Tanta amabilidad invade mi libre albedrío, me hace obligarme a corresponder aunque no quiera realmente"...¡Talán! Fue un momento "¡A-Ha!"...por fin entendí a G y por fin me di cuenta de que con la vida, me he vuelto un poco como ella, aunque no del todo, pero que el exceso de amabilidad carga demasiado a los demás de una obligación y un peso que quizás no quieren cargar...quizás por eso nuestro Maestro Shimon me ve tan acomedida sirviendo la mesa de Shabbat me dice "Sien-ta-te".

Y si ¿Quién no tuvo una mamá o tía que nunca disfrutó de una sobremesa porque tenía que levantar uy atender a todos y lavar los platos y ser pulcrísima? ¿No se siente bien para el que decide sentarse y disfrutarlo no? Es como si un silencioso dedo acusador dijera "Y tu "Super perezoso(a)...¿Cuándo te levantas a ayudar?

¿Quien no conoce a esa persona extra amable que se somete a todos para sobrellevar su falta de auto estima? Wow. Estoy tratando de descubrirlo. No es que no vaya a ser ya amable, pero a veces hay que dejar que la gente se esfuerce por las cosas, dejar que las valoren, que se las ganen.

El juego de corrección de nuestra Alma es venir a merecerse las cosas. No hay que quitar a la gente su oportunidad de también elegir como ser.

Balanceado. No es brincarse al lado de la hostilidad ¡Pero tampoco a un lado manipulador de tanta belleza!

El juego se llama Balance. A veces amerita dar, compartir, pero otras, hay que ser capaz de recibir para dar oportunidad de que otros hagan también su trabajo de esforzarse y compartir...Ese es el equilibrio.

¿Interesante para el trabajo de nuestra Alma no? Ni muy muy, ni tan tan. =)

Ni tan G. ni tan "nice"...deja que la gente pueda elegir quererte. No los quieras obligar.

Esta es de mis reflexiones de Elul ¿No parecería necesitar tanta corrección verdad? Pero creo que es la clave de porqué a la gente buena también le pasan cosas malas. Wow.

¿Y tu? ¿Estás haciendo tus observaciones del mes de Virgo?

Prana Pascual

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