sábado, 8 de noviembre de 2025

La verdadera recompensa


La verdadera recompensa.

Como habrás leído en el post pasado de este mismo blog "La recompensa".

Mencionaba yo que es frecuente que los humanos tengamos misiones de vida que hay que cumplir cabalmente, nos gusten o no, ya que son parte de nuestra corrección de alma, y no solo eso, seguramente también se vuelven propicios para dar lugar a nuevas historias de otros que gracias a ello ven posibles oportunidades para sus propias almas.

Lo tenemos que comprender, es que elegir un sendero, es renunciar a otro, por ello me parece importante no elegir desde lo más fácil y menos retador, sino por el camino que nos parezca más justo para todos. Esa es la señal más clara para mi: no es por definición ni lo fácil ni lo difícil (desde mi perspectiva) sino el que cumpla más adecuadamente con el mérito y la justicia para todos los involucrados (incluida yo).

Muchas veces ante la duda de qué hacer me pregunto ¿Esto es justo para todos? Ojo, no pregunto "que es lo perfecto", porque esa podría ser una pregunta imposible.

Pero si, reflexiono: Desde el esfuerzo que cada quien ha puesto, desde su egoísmo, desde la sensatez, desde la generosidad, desde su capacidad de ver también por los otros... ¿Es justo para mi también?

Sé que puede ser muy complejo porque a veces no somos buenos jueces y más bien nos podemos volver enjuiciadores, pero normalmente cavilo mucho y ante la duda pido consejo sin agenda, perspectiva de alguien no involucrado para cotejar que sería lo balanceado por hacer. Así es como yo elijo rutas, que por supuesto, a veces no son tan placenteras, pero te diré cual es la verdadera recompensa: sentir que has hecho lo correcto y poder vivir en paz con ello, pero sobre todo, la persona que te vuelves al hacer los esfuerzos que rompen tu comodidad y te obligan a sacar facetas más virtuosas que las que dictaría tu mero placer. 

Para cerrar este comentario volveré al texto de los estudiosos del Midrash, que dicen que aunque en algún momento Ismael estuvo a punto de perecer en el desierto después de ser expulsados de la casa de Abraham (por las burlas que el hacía de Isaac), un ángel consoló a Agar y le abrió los ojos para que viera un pozo con el cual darle de beber y reanimarlo.

Ismael creció en el desierto, se convirtió en un hábil arquero y vivió en Parán, donde su madre le consiguió una esposa egipcia. Finalmente, tuvo doce hijos, quienes se convirtieron en príncipes de una gran nación (padre de las naciones árabes), cumpliendo así la promesa divina. Ismael es considerado profeta, el Islamismo dice que es antecesor de Mahoma y que vivió hasta los 137 años. Como veremos una vida prolífica.

Shabbat Shalom Comunidad

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen https://godsverse.org/es/que-le-ocurrio-a-ismael-el-hijo-de-agar-en-la-biblia/