LUNES, 28 DE MARZO DE 2011
Cada día, tómate un tiempo para estar quieto, para vaciar tu mente y sólo ser.
Aparta tus pensamientos. Es una forma poderosa de desarrollar más apreciación por tu vida.
Haz una huelga en contra de tu trabajo mental el día de hoy, aunque sólo sea por cinco minutos.
Yehuda Berg
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Esta semana estamos transcurriendo por la porción de Tazria, que viene de la palabra arameo tzara'aft, lepra, misma que se relaciona con la negatividad verbal. Curiosamente, también se puede relacionar con lo que NO decimos, con lo que escuchamos y a veces con los que NO escuchamos. El hecho es, que muchas veces estamos concentrados en hablar, hablar y hablar, pero no escuchamos lo que la gente nos está diciendo.
Es así cuando vemos que no sólo escuchar es importante. Aprendimos de Job que hay veces que tenemos que decir las cosas en voz alta y decir lo que necesita ser dicho. Bilaam, Jethro y Job eran los consejeros del Faraón durante el tiempo de Moisés. Cuando el Faraón preguntó que tenía que hacer con los hijos de Israel, Bilaam recomendó matarlos. Jethro objetó y huyó a Midián pero Job permaneció callado. Está escrito que todo lo que le acontenció a Job después en su vida, fue porque falló en decir lo que debía decir en defensa de la gente.
Muchas veces no es lo que decimos, sino lo que dejamos de decir lo que planta la semilla de negatividad. Dice la Biblia "No odies a tu hermano en tu corazón" (Levítico 19:17) No sólo dice no odies, sino que añade "en tu corazón". Si tenemos odio en nuestro corazón el daño está hecho si hablamos o si no. Pero por supuesto no debemos ser reactivos y decir lo primero que venga a nuestra mente.
Si estamos enojados, es importante dejar pasar un tiempo antes de reaccionar. Cuando finalmente hablemos, ya haber soltado el dolor personal, pero más importante aún, ser capaces de revelar Luz. Volverte Causa más que ser Efecto, evitar hacer cosas desde un marco mental de reactividad.
Así que para un momento el pensamiento. Ni los lances al ruedo demasiado pronto, ni dejes que sólo crezca el malestar o la molestia que estés sintiendo. Procesa, no sólo incubes un mal.
Para el impulso de decir lo que quieres proferir, lo que te imaginas, lo que llena los vacíos de información o el peso eso que aún no sabes ni bien que es. Detenlo. Paralo. No lo manifiestes con garras y dientes porque una vez expulsado al mundo son las mismas cosas con las que te deberás enfrentar...sin embargo si, en algún momento llegará el momento de hacer manifiesto, pero ya despojado de la emocionalidad destructora. Y deberá ser un dialogo donde brille la claridad. Pero no ese instante de "no claridad" el buen momento. Aclara y entonces actua.
No hagas conjeturas. No pienses que lo que imaginas es...la vida puede tener opciones de cosas que no estén pasando por el marco de tu consciencia así que no impactes si no sabes bien que juega.
Para tu pensamiento. No le des negrura, no alimentes el mal. Sólo para. El día de hablar llegará y entonces "el punto" y la "i", conocerán su verdadera relación.
Feliz día
Prana Pascual
Texto obtenido de la Biblia Kabbalística
