Quiebres. Esta es la palabra usada en Coaching para los momentos en que esa tersa línea de estabilidad, de tranquilidad o incluso de monotonía y aburrimiento se ve interrumpida y quebrada por algún evento que nos supera, nos hace cambiar radicalmente de rumbo, nos bloquea o de cierta manera nos trastorna, pero también nos abre paso para la novedad de una decisión diferente, de elegir entre nuevas opciones, de brindarnos un nuevo entorno, nuevas relaciones, cambios que no hubiéramos podido planear o diseñar.
A veces estos quiebres nos molestan, volteamos al cielo para decir ¿¿por qué yooooo Señoooor??, Y normalmente puede venir de regreso ¿Y por qué no tú?
La historia del Génesis es conocida como la Creación, pero también la Caída. Muchos quiebres durante esta porción. De estar tranquilos en un Edén, de pronto se coloca una condición en la vida de los dos protagonistas. Pueden comer de todo, menos de ese árbol(El árbol del conocimiento del bien y del mal). Mala idea tener ese mecanismo de fallo instalado justo a la mitad del jardín, como suele ser. Normalmente viene la tentación casi sin percatarnos, la oportunidad que se da para hacer el corto circuito.
Así fue para Adán y Eva, que tuvieron ese y otros quiebres. No vivieron siempre juntos, se separaron y se volvieron a unir, tuvieron dos hijos y luego tres, y no solo eso, uno de esos hijos mató al otro con una quijada de burro convirtiéndolo en el primer asesino de esta historia y también el primero que tuvo que asumir el rol de villano a lo largo de los siglos como un personaje errante que siempre estaría presente en este mundo vagando sin poder morir y señalado en su rostro...Las historias se empezaron a volver más intrincadas pero también (no podemos negarlo), también más interesantes.
Sin el quiebre, la historia humana no hubiese comenzado, hubiera sido ese apacible escenario sin mutación y eso hubiese sido lo menos creativo de cualquier autor, quedarnos en la historia de "Y vivieron felices y comieron perdices todos los días de la eternidad..." Un rompecabezas ya armado que no da mucha más satisfacción porque es un ciclo terminado e inmóvil.
Suena un tanto estático para la creatividad que tiene que ver más escenarios y nuevos recursos para descubrir lo oculto y revelar poco a poco las posibilidades.
Por eso los quiebres son el lugar donde empiezan las nuevas versiones, las invenciones y los descubrimientos, los momentos AJÁ y las sorpresas, así como la maravilla.
Sé que a veces no se siente bien el quiebre, pero ahí donde es posible el despliegue de la Mente Creadora del Universo hacia sus creaturas que no lo podrían abarcar si no tuviera esta faceta menos inmutable que mostrarnos.
Por supuesto que se vive como un shock, como una caída, quizás como un fallo o hasta como un fracaso, pero solo así puede difractarse la Luz y mostrarse en matices, en experiencias nuevas, en puntos de vista en perspectivas y finalmente en aspectos de La Luz que siguen siendo bendición aunque a veces no lo podamos creer.
¿Qué quiebres te han traído bendición después del susto o el dolor de sentirlos?
Shabbat Shalom cuando las tres primeras estrellas sean visibles en el firmamento nocturno.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach
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