Sábado 26 de marzo de 2016
Todo ser humano puede darse el lujo de cambiar, pasar la página y comenzar de nuevo.
Karen Berg
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Justo en este momento estoy escuchando la plática de Shabbat que está sucediendo en el Centro de Kabbalah de la Ciudad de México para empezar la lectura de la Torah y Yehuda Grundman está hablando de la limpieza de as cenizas de los sacrificios anteriores es uno de los trabajos más importantes.
Lo relaciono mucho con esto, con esta parte de limpiar lo del día anterior, tener la oportunidad de vivir el día limpio, como nuevo, fresco.
¿Pero somos así los humanos?
Generalmente estamos manteniendo recuerdos, ataduras, lamentaciones del pasado.
La mejor manera de escribir el futuro es vivir bien el presente. No es tan sencillo limpiar el pasado cuando tenemos una acumulación de cosas de días meses y años anteriores.
Es el dejar ir del que hablamos con frecuencia. Por supuesto que hay cosas que nos duele dejar ir, pero generalmente eso sucede porque en el día que debimos, no lo apreciamos y no lo aprovechamos como hubiera sido posible ¿Te ha pasado? ¿Has tenido esa sensación de "lo tuve y lo dejé ir"?
La vida es abundante pero si no somos capaces de apreciar y de vivir a fondo, honrar, aprovechar, tenemos la sensación de pérdida en vez de plenitud. En vez de agradecer que lo tuvimos lamentaremos el siquiera haber tenido contacto con alguna bendición si no supimos realmente aprovecharla porque ahora lo vivimos cómo pérdida.
Sigue explicando Yehuda acerca de uno de los sacrificios de esta porción llamada Sacrificio de Olam, que sirve para ayudarnos a controlar dos fuerzas en batalla dentro de nosotros, Tolat Jacob el gusano de Jacob y el Tolat Klipá, gusano de la klipá, la fuerza dentro de nosotros que contribuye a la destrucción de todo, lo que podría tener continuidad, destruirlo.
¿Has tenido esa sensación? De que algo que podía crecer y florecer no lo viste a tiempo? Este sacrificio busca conectarnos con la fuerza de apreciar y conectar con la fuerza de continuidad.
Dejar ir y sentir que se puede tener un día nuevo y fresco, solo lo logramos a partir de estar 100% apreciando lo que tenemos hoy. Para mañana es tarde. Es como el maná, es por el día de hoy, mañana habrá más maná, pero el de ayer ya no es adecuado.
¡¡¡Pero si continuas viendo siempre el maná del día previo nunca verás el fresco!!!
Shabbat Shalom Comunidad
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
