El diablito

 

Satán es nuestra manera de conectar con la negatividad, es nuestra manera limitada de ver las cosas; no ese diablito rojo con cuernos y trinche. En realidad es algo más temible.

El ego que vive en cada uno de nosotros, es el elemento que le da emoción al juego de ser humano y que da la dificultad en esta especie de gimnasio espiritual en el que nos encontramos.

Esta porción de la Torah nos dice "Cuando salgas a la guerra el Creador te va a dar a tu enemigo en tus manos"...¿Para qué salir a la guerra si de cualquier manera me lo va a entregar en las manos?

Bueno, porque normalmente todos nos sentimos tan identificados con él que creemos que simplemente no podemos vencerle, que sería casi como morir en el intento tratar de ser más fuertes, y no nos damos cuenta que si estamos muriendo en el no intento, al decidir no presentarle batalla.

La batalla es tener la voluntad de declararle la guerra con todo nuestro libre albedrío, pero algunos ni siquiera identificamos que tenemos este enemigo  a nuestra medida.

Pero parte de la tarea de nuestras vidas, es identificar ¿Dónde se esconde? Lo malo es que normalmente el escondite es tan obvio que no se nos ocurre que ahí esté: en todo lo que nos provoca sufrimiento.

"Expectativas que nunca se cumplirán", "desear cambiar a los demás" porque nosotros estamos siendo incapaces de cambiar por nuestra cuenta. "Incapacidad de ser dueños de nuestra fuerza de voluntad", características que parecen protegernos que en realidad nos aislados de entrar en contacto real con los demás. "La vergüenza", "la culpa", "el resentimiento". Si los tienes, ahí hay una guarida en la que hay una voz que te dice directamente a tu mente que no eres suficiente, que no mereces, que los demás son malos y tu eres el único bueno en un mundo muy injusto etc.

El mes de Elul, tenemos la oportunidad -pero también la tarea- de buscar donde hemos cometido acciones que no son afines a la Luz gracias a la intervención de esta entidad. Las conocemos como Idolatría, Derramamiento de sangre, Adulterio o Incesto y Mala palabra.

Quizás de primera vista pienses "uy que bueno que con estos conceptos yo nunca he tenido que ver"...pero te tengo noticias: Todos hemos caído en estos conceptos, pero los revisaremos decodificados para que vayas preparando tu trabajo antes del año nuevo Rosh Hashaná, que no es una fecha cualquiera, sino el momento de ganarse nuevamente el obsequio de seguir en la oportunidad de vivir en este mundo en que tenemos oportunidad de crecer espiritualmente hablando, gracias a que estamos encarnados en la materialidad de nuestro cuerpo.

Los límites de esta corporalidad son los que nos hacen desear ser ilimitados, y son los que nos ayudan a despertar el deseo de ser cada día más similares a la Luz.

Tendremos oportunidad en estos días de ir inspeccionando donde tenemos que desear hacer corrección y tener un alma más fuerte capaz de enfrentar retos que hoy nos parecen invencibles.

Sigamos trabajando.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt Humanista - Coach

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