En esta lección Karen hace la meditación con el Nombre de Di.os de Auto-estima, Hei Hei Hei.
Ayer aprendimos que si somos realmente honestos con nosotros mismos, nos encontraremos con que la mayoría de las veces, nos sentimos justificados al hablar y de comportarnos desde nuestro deseo de Recibir sólo para nosotros mismos. Como también señalamos, el problema con todas nuestras justificaciones es que surgen de un lugar en que somos el efecto de nuestra experiencia en lugar de la causa de ello, desde nuestra naturaleza de víctimas, en lugar de nuestra naturaleza Creadora.
El punto del trabajo de hoy es entender que con el tiempo, hablar y actuar desde nuestro deseo de recibir para el sin duda afectará nuestra autoestima por permitirnos ser auto-indulgentes y después nos hace que vertamos nuestra frustración e ira en alguien más.
Hoy escribe en los momentos o situaciones en las que te sientes con carencia, inseguro o falto de valor. ¿Puedes aún trazar la ruta de ese lugar hasta donde ejerciste tu deseo de recibir para ti mismo?
Incluso aunque no puedas rastrearlo, sabes que nada te pasa que esté fuera de ti, y puedes tomar responsabilidad.
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Pues bien, sigamos adelante, cómo verás, el trabajo es de auto-observación y registro para identificar donde está nuestra responsabilidad personal en todo.
Es frecuente que todos tengamos alguna muy buena razón para justificar porque hicimos lo que hicimos con ese "mal hombre" o con esa persona con quien tuvimos problemas o situaciones desagradables.
Por supuesto es mucho más satisfactorio para nuestro ego decir: ellos tuvieron la culpa.
El tema aquí, es que eso a final de cuentas no nos saca a nosotros del patrón destructivo. Momentáneamente es un dulce para nuestros oídos decir que la otra persona era insulsa o desagradable, o era incapaz, poco calificada, tonta, insensible e-t-c. e-t-c.
Sabemos que en este escenario humano todos somos simplemente mensajeros en la vida de los demás. Aún la persona más amada es un reflejo de nuestra consciencia, una circunstancia feliz o infeliz de nuestra ventana de percepción.
Si lo miras así, puedes sentirte realmente absurdo mientras sigues diciendo que "mi mamá tuvo la culpa", o que "ese jefe era un insensato y todo pasó por eso..." "mi ex-esposa tal o cual y pensar "pobre de mi que me toca lidiar con la gente más inadecuada del mundo..."
¿¿¿De veras??? :-)
Donde no encuentras tu propia responsabilidad quedas inhabilitado para corregir, y ese es problema tuyo y solo tuyo porque aunque digas que no, sigues siendo la causa de lo que te sucede, así que seguirás manando lo mismo hacia el mundo que genera tu realidad "tangible".
Así que queremos seguir viendo sin pudor y sin auto-engaño donde desbalanceamos y nos volvimos acreedores de algo que después nos pareció un efecto indeseable.
Vamos con el Adulterio...algunos se estremecerán simplemente con la palabra porque seguramente reconocerán en el significado simple alguna acción real en su vidas.
Pues si, pero no solo es la infidelidad conyugal, hayas sido no parte de un triangulo en una relación (el engañado, el traidor o el tercero en discordia). El concepto si entra en la categoría, pero no solo. Si no has estado en una situación así, aún no respires aliviado ...antes lee la definición y piensa si de verdadcita, nunca has caído en esta categoría de sentimiento y acción humanos:
Adulterio, es cuando deseo las cosas que tienen los demás, lo que no me pertenece y lo miro con envidia, con codicia, queriendo que algo no les salga bien a los otros, o queriendo arrebatarlo, incluso robarlo (o intentarlo al menos).
Querer algo pero no estar dispuesto a ser la persona que pueda realmente manifestarlo es otra forma de adulterio.
No tener apreciación por lo que sí tengo, ver siempre más verde el pasto del vecino: la niñez que tuve, los padres que me tocaron, la pareja que tengo, el empleo en que me desempeño, la casa en la que vivo, las amistades que tengo etc etc etc. Tener celos y envidia de cualquier índole es adulterio. No se diga ya tal cual la acción de tomarlo realmente...porque el robo te da el objeto, no te hace realmente merecedor a esa energía...y todo tiene un precio que generalmente es perder, lo que si era tuyo en ese o cualquier otro aspecto de la vida.
Alguna vez has neceado con tener algo o a alguien porque lo quieres (o aún una concepción más terrible es...lo necesitooooo) ....pues bien, si tienes el deseo de tener algo una pareja armónica por ejemplo, al entercarte en la que no te corresponde, solo logra que pierdas la posibilidad de "de verdad" conectar con quien en verdad está destinado para ti...
Querer lo ajeno, odiar a quien si lo tiene es una des-conexión que nos impide recibir nuestras propias bendiciones y que además --si de verdad tomé lo que no era mio-- eventualmente tendré que restaurar tal energía al balance del Universo de una forma u otra y lo podré encontrar como una pérdida...que probablemente no será más que un ajuste :-(
Espero haber sido clara en definirlo. ¿Verdad que todos hemos caído en acciones de adulterio? Si alguien se declara que jamás envidió, jamás celó, jamás a deseado lo ajeno...le pediré, dale otra "vistita" al tema, pero ahora, en serio y con ganas.
:-)
Feliz día Comunidad y Shabbat Shalom al manifestarse las primeras tres estrellas en el firmamento del anochecer.
Prana Raquel Pascual
Psicoterapia Gestalt & Desarrollo Humano
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