martes, 18 de febrero de 2025

Romper deliberadamente la vasija


Sé que hoy es más tarde de lo habitual para publicar, pero no quiero dejar de hacerlo porque ayer estuve trabajando con un paciente, un tema que me pareció interesante:

Romper vasija deliberadamente.

La Kabbalah nos explica nuestra existencia en este plano como "vasijas", cada ser humano una vasija. 

Podríamos decir que todo es una vasija: plantas, piedras, insectos, vertebrados e invertebrados, hongos, TODO, ya que todo es un recipiente de la Luz infinita, que particularmente en este plano se puede manifestar como "individuos", cuando en realidad, primordialmente todo es UNO.

La vasija -nos enseña la Kabbalah- está hecha por decirlo así, de deseo de recibir, justo la polaridad de la naturaleza de la Luz que su naturaleza es compartir, dar infinitamente.

Este deseo de recibir para sí mismo que tiene cada vasija es lo que hace que cada ser tenga una manifestación de interacción para obtener más Luz, y en casos mucho más sofisticados -como es en el caso del humano- aprender a ser como la Luz, es decir aprender a compartir.

Pero los humanos no somos vasijas idénticas, somos vasijas irregulares entre nosotros mismos, nuestro deseo de Luz no es exactamente igual, algunos tendremos más, otros menos y quizás eso lo veremos en la vida cotidiana como "tener iniciativa" o "tener anhelos", "desear hacer proyectos" o por el contrario, ser más conformistas, saciarnos con poquito, ser perezosos o poco ambiciosos.

Esto es una esquematización simple de algo que estoy segura es más complejo, pero procuro hacer una recapitulación de lo que ya hemos estudiado hasta ahora.

¿Tenemos que quedarnos con el mismo tamaño de vasija siempre? No. La vida es el escenario idóneo para que los humanos sintamos como despierta más deseo a partir de necesidades, a partir de tentaciones, de estímulos, así es como podemos ir agrandando vasija.

Normalmente cuando alguien crece mucho en deseo ,es por haber estado expuesto a muchos estímulos que han hecho que desee mucho más, se dice que rompe vasija; es como si fuéramos moluscos que tienen una caracola que ya no les queda y que tuvieran que salir y cambiar, o como algunos animales que literalmente tienen que cambiar de piel para desarrollar una nueva "vasija" más grande.

Los humanos crecemos y nos desarrollamos pero después de alcanzar nuestro tamaño estándar en la vida...¿Eso quiere decir que hasta ahí llegó nuestra vasija? En realidad no.

Hay dos maneras de generar una vasija más grande, una es que el entorno, las experiencias, los retos nos la rompan, es decir a través de situaciones dolorosas que nos contradigan, que nos pongan oposición, que a veces nos rompan el corazón o nos desgarren de pena... Pero usualmente esa es la forma involuntaria.

Existe la manera voluntaria de romper vasija: podremos seguir creciendo en forma proactiva, a través de generar ganas de evolucionar, de trascender, de dejar legado, de generar comunidad o empresa, de ser creativo, innovador. Esa es otra manera de romperla. Esta puede también dar inseguridad o imponernos el enfrentar incertidumbre o miedo a lo desconocido, pero esta es más estimulante y más promotora de autoestima que la anterior y también en crecimiento como ser porque incorporas más Luz en el proceso.

Si de cualquier manera venimos a volvernos vasijas más grandes a través de romper nuestro molde original ¿Tú qué método eliges?

Prana Raquel Pascual Mejía - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen Meta AI Imagen / prompt: mariposa saliendo de la crisálida


sábado, 15 de febrero de 2025

¿Ya estás despierto?

 


Lo único que el Creador quiere de nosotros es que estemos abiertos. Tal como está escrito:

“Abre para mí una abertura del tamaño del ojo de una aguja, y Yo abriré para ti las puertas eternas”

Cantar de los cantares 5: 2

A menudo le pedimos algo al Creador y luego nos quejamos de no obtener respuesta, cuando lo cierto es que no estamos abiertos a oír la respuesta del Creador, sólo estamos receptivos escuchar si se trata de la respuesta que queremos oír.

Estar abiertos al Creador empieza por estar abierto a otras personas.

No tenemos que defendernos a nosotros mismos, y no tenemos que combatir cada tema. No tenemos que luchar cada batalla para probar que tenemos la razón.

Yitró oyó al Creador porque su corazón estaba abierto a escuchar a los demás.

Todos podemos ser merecedores de la conexión que tenía Yitró, simplemente si despertamos nuestro deseo de estar abiertos al Creador.

El lugar en el que estamos espiritualmente en este momento no es importante. Si queremos oír al Creador, todo lo que necesitamos hacer, es abrir nuestros corazones y oídos para oírlo.

Esto nos es dicho en la Biblia editada por El Centro de Kabbalah y me parece una lección fácil de leer, difícil de llevar a cabo, porque cambiar esa actitud que no solo responda al Deseo de recibir para nosotros mismos, demanda renunciar a los deseos del ego y confiar en la guía de lo Alto. ¿Puedes? ¿Podemos?

Esta misma sección nos habla de la entrega de los 10 enunciados (no los menciona como mandamientos). Los israelitas estaban acampando al pie del monte Sinaí. Ellos se lamentaban porque Moisés venía a darles mensajes de Di.os y ellos temían no tener la consciencia para escucharlos. Estuvieron tres días sin interrupción preparándose para esta oportunidad, pero cuando llegó el momento en que Moisés regresó con los mensajes ¡Todo el mundo estaba durmiendo!

Moisés los despertó:

Despiértense de su sueño y contemplen, Su Di.os desea entregarles la Torá. El novio desea llevar a la novia y entrar en la cámara nupcial" Y el Santísimo bendito sea Él, también fue a encontrarse con ellos para entregarles la Torá.

Pikei de Rebí Eliezer 41

¿Tú ya estás despiert@?

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt 

Basado en Yitro La Biblia editada por El Centro de Kabbalah

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