domingo, 13 de marzo de 2016

Domingo 13 de marzo de 2016. Empezamos el tercer libro.

Domingo 13 de marzo de 2016

Cada persona tiene su propio camino que recorrer en la vida; no podemos recorrerlos por ellos.

Karen Berg
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Hoy les voy a compartir un texto que apunté en el 2008 durante una clase impartida por Ariel Grunwald al respecto de la primera porción del tercer libro de la Torah o Biblia.

Vayikra

"Hay cuatro niveles de  consciencia de las personas: las masas, los fuertes, los ricos y los sabios. Al mismo tiempo  existen cuatro niveles de existencia: lo inanimado, los vegetales, los animales y los seres humanos.

Las masas corresponden a lo inanimado, los  fuertes corresponden a lo vegetal, los ricos corresponden a lo animal y los sabios a los seres humanos.

De acuerdo con Rav Ashlag, el deseo, el deseo de  afectar y los celos,  conforman al hombre perfecto. Los celos llevan a las masas a ser sabios debido a que despiertan el atributo que marca solo a los seres humanos: consciencia.

Entendemos por conciencia  la habilidad de deshacernos de cosas malas y atraer cosas buenas a nuestra vida. La consciencia nos da la habilidad de viajar en el tiempo, es decir, nos da la habilidad de ver las consecuencias  de acciones pasadas.


El oponente usa esta habilidad para preocuparnos por acciones que hemos hecho en el pasado o bien por cosas que tenemos temor sucedan en un futuro. Dicha habilidad no la manifiestan los tres niveles inferiores. 

Hoy me tengo que ir rápido a una clase y no podré hablar más de esto, pero léelo y ve que reflexionas al respecto. Espero poder hablar más de ello durante la semana.

Feliz domingo Querida Comunidad

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach


sábado, 12 de marzo de 2016

Sábado, 12 de marzo de 2016 ¿Cuál es tu afirmación matutina?

Sábado, 12 de marzo de 2016

El Midrash explica que el Creador le ordenó a Moshé que erigiera finalmente el Mishkán (Tabernáculo). Desde hacía meses antes, los albañiles habían estado trabajando en la construcción de sus componentes y ahora el Creador quería que fuese erigido. Ahora bien, esta tarea podría parecer imposible: un hombre al que le fue ordenado erigir toda una edificación. Pero el Creador le dijo a Moshé: “Tan sólo intenta levantarlo y Yo haré el resto”. Así pues, Moshé hizo exactamente lo que el Creador le ordenó: tocó el Tabernáculo y, como si de un milagro se tratase, este fue erigido.

¿Qué significa esa historia para nosotros? Bien, considera esto: ¿cuántos de nosotros nos levantamos y nos decimos: “Otro día desdichado más. No sé qué hacer. Me siento deprimido. No sé a dónde ir”?

Cuando vivimos nuestro día aferrados a esta actitud negativa, en esencia estamos invitando al Otro Lado a “hacer el resto”.
Pero imagina que nos levantamos en la mañana, incluso en el peor día posible, y decimos: “Deseo que la Presencia Divina esté aquí. Quiero poder usar la capacidad que tenga en mi nivel espiritual para tener el mejor día para mis necesidades y crecimiento. No quiero lo mejor del mundo. No quiero las mejores cosas que existen y no quiero consumir todo. Sólo te pido a Ti, Dios, que me ayudes a alcanzar el estado en el que logre lo más que pueda en mi nivel conforme a la persona que necesito ser”.

Cuando nos despertamos con este tipo de afirmación positiva, le pedimos ayuda al Creador, y mientras tratamos de levantar lo que es “pesado” en nuestra vida, Él nos ayudará con el resto. Cada día tenemos la elección.
¿Qué elegirás hoy?


Karen Berg
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En la Haftará de Pekudei (la lectura de profetas de la porción de esta semana) dice:

En esta Haftará leemos acerca de cuando se completó el Templo que hizo el rey Salomón y aprendemos que su localización había sido definida desde la Creación. Es el mismo lugar en el que Abraham ofreció a su hijo, Isaac, es también donde Jacob soñó.

Sin embargo, fue hasta que el rey Salomón completó el Templo que la Luz pudo ser revelada.

La lección aquí es que cada uno de nosotros nació con un tremendo potencial, pero frecuentemente fallamos en manifestarlo. La Luz que revelamos al escuchar esta lectura nos da la energía que necesitamos para manifestar el potencial que ha sido nuestro, desde el principio de los tiempos.

¿Te imaginas?

Ese lugar lo llamamos Ha Makom, el lugar en el que todo lo más importante de la Biblia en cuanto a revelaicón de consciencia ha sucedido, pero también lo conocemos como un lugar en nuestra mente, así que todos tenemos ese lugar en que el potencial simplemente espera a que nosotros hagamos nuestro mejor esfuerzo para alcanzarlo.

¿Tu qué te imaginas cuando te hablo de tu máximo potencial manifestado?

 Me da curiosidad como cada quien pueda imaginarse a sí mismo en plenitud de sus posibilidades. Quizás (y sólo quizás) te ves igual físicamente, pero seguramente estarás con otra consciencia, no en tu lugar de conformidad sino haciendo algo por alguien más ¿Tu qué imaginas?

Hoy da un tiempo para imaginarte en otro nivel de posibilidad de volverte un ser generoso, templado, sabio, justo ¿Cómo lo puedes imaginar?

¿No tienes un deseo enorme de llegar a ello?

Espero que sí.

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach