Miércoles, 20 de junio de 2012
El rechazo nos lleva a lo desconocido, lo que la mayoría de las personas define como malo. Pero las personas exitosas se condicionan a ellos mismos para reconocer que en el rechazo es donde se encuentran las cosas buenas. No tienen miedo de encontrar otra puerta.
¿Qué tal si cada vez que enfrentamos el rechazo, pensamos en ello como una oportunidad para nosotros de abrir una puerta hacia un lugar mejor, en vez de darle tanto poder, tiempo y energía a ese rechazo? Cuando cambiamos nuestro sistema mental de esta forma, abrimos la puerta con entusiasmo porque nuestro siguiente nivel está, de hecho, esperando por nosotros.
Yehuda Berg
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Hay situaciones que no tienen material energético para seguirse desarrollando, y llegan a un punto donde deben transformarse en otra cosa: Un empleo, alguna actividad, alguna responsabilidad o una relación.
Hay situaciones en las que se llega a un máximo nivel de existencia con la energía disponible y deben entonces transformarse para tener oportunidad de seguir creciendo hacia otros aspectos de la manifestación.
Algo que es notable en este mundo, es la continuidad. No importa lo que suceda, siempre después de la tormenta viene la calma, y siempre aún después de la batalla, la naturalaza vuelve a tomar posesión de los parajes. No importa cuántas batallas hayan acontecido, pasará el tiempo y sin la memoria humana, que es quien marca las cosas, nadie recordaría que ahí algún día hubo destrucción.
En algunas culturas como el hinduísmo, lo tienen más comprendido, y por ello existe una deidad llamada Kali, la destructora. En realidad, cuando la ves sin contexto, piensas que es una diosa temible, y quizás lo es en los ojos que no ven a larga distancia y con la comprensión de la dinámica de este mundo, pero en realidad, Kali es considerada el aspecto destructor de la divinidad, pero que también destruye demonios y maldad, libera de estructuras rígidizadas y obsoletas, toma lo anquilosado y lo regresa a un estado en que puede volver a empezar.
Visto desde los ojos de sus creyentes, es vista como piadosa.
Si, es cierto, hay que cambiarse de lugar para ver, que realmente en esta ola de cambios y de transformación, se encuentra una gran bondad, una gran liberación de patrones que ya no tenían forma de ir más lejos.
Y simplemente sin maldad y sin juicio, cambian.
Están libres.Todo queda en libertad de una nueva ruta.
Da gracias a lo que fue, y da gracias por lo que será. Gratitud es una buena manera de despedirse.
En la visión de lo amplio es simplemente, una nueva oportunidad.
Feliz día Comunidad del Blog.
Prana Pascual
Imagen de Kali
