LUNES, 4 DE OCTUBRE DE 2010
¿Estás llevando cuenta de la puntuación? ¿En las relaciones? ¿En el trabajo? ¿Con Dios? Todos lo hacemos de vez en cuando, si no es que lo hacemos todo el tiempo.
Hoy, fortalece tu base espiritual y practica el compartir incondicional. Acondiciónate a dejar ir la necesidad de obtener algo a cambio cuando das.
Yehuda Berg
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Una fuente segura de sufrimiento, es la expectativa.
Es muy común al comenzar un camino espiritual tener la expectativa de que esto traerá milagros y maravillas a sus vidas.
¿Quieres saber la verdad?
Si las trae. Muchas, pero también trae el reto de aprender a dejar atrás la expectativa y la búsqueda de recompensas que tienen un límite preciso: "di tal, quiero tal"
Recuerdo la primera vez que fui con mis compañeros del Centro de Kabbalah a Israel íbamos en el autobús. Atrás de mi asiento estaban un par de mujeres con quienes hice una buena relación. Ellas tenían poco tiempo de estar estudiando y ese día dije algo para ellas que por supuesto era más para mi, tan fuerte me resonó y la claridad que me generó aún se sigue desarrollando en mi día a día: "El verdadero milagro de la Kabbalah es la persona en la que te empiezas a transformar".
Tu lo que necesitas es el deseo genuino de hacer tu trabajo espiritual, la tan mencionada Alianza, es con la Luz, que dicho sea de paso, es la alianza más justa que existe porque es la inteligencia de causa-efecto.
Kabbalah es ir adentrándose en el mundo de lo sutil, el mundo de la energía y eso a veces lo perdemos de vista porque el mundo con el que hemos convivido abiertamente es con el de la materia que por su densidad no puede generar gratificaciones ni nos permite ver los enlaces. Nada se hace en vano. Nada se pierde, tal como lo aprendimos en los textos de la secundaria "La energía ni se crea ni se destruye, únicamente se transforma".
Cada año de estudio de la Kabbalah es una nueva sorpresa. Estudiamos los mismos textos en un círculo perfectamente ordenado, la Torah, y las historias del código son las mismas, lo impresionante es como cada vez que vuelves a pasar, ves cosas que te parecen absolutamente nuevas, no puedes creer que hayas caminado por ese pasaje, leído el libro, puesto atención y sin embargo no haber visto algo que se presenta como una nueva noción en tu haber ... ¡¡Qué te maravilla como el primer día!! Es porque ahora la persona que eres ya puede apreciarlo (b.a.h)
Dicen que es una gran bendición cuando haces el trabajo y no ves resultados que esperabas en principio, porque si los vieras y empezaras a hacer el trabajo como quien cobrará su sueldo del mes, perderías el deseo genuino, se volvería una rutina y el trabajo espiritual debe tener la característica de mantenerse fresco aún con el paso de los años ¡Eso es un milagro en sí mismo! Es el milagro de la continuidad, de la bendición que no termina, de una fuente que no deja de fluir. Lo impresionante es que cuando te das cuenta tienes contigo algo de un valor incalculable que por supuesto no entraba en tus pequeñas cuentitas de cargo-abono =)
Este año Ariel convocó una idea muy poderosa durante Rosh Hashaná: Ser simples.
Simples, sin expectativas. Puro deseo de compartir.
Si logramos desarrollar esa semillita dentro de nosotros, una flor de felicidad genuina podrá vivir en nuestro interior.
Ese es el milagro de la Kabbalah: la energía de lo que no tiene fin.
Feliz día.
Prana Pascual
Imagen encontrada en el blog de Esther Fuldauer
Obra: Spring Mandala (me pareció precioso)
