JUEVES 14 DE AGOSTO DE 2008. ¿Cómo evitamos perder la pasión por nuestras relaciones, trabajos, salud, y conexiones espirituales? ¿Cómo seguimos firmes y comprometidos?Sé consciente de por qué estás haciendo lo que haces.
Caemos en hábitos y en rincones oscuros en nuestra vida, nos acostumbramos a tener personas a nuestro alrededor o haciendo las mismas cosas, día a día. Perdemos contacto con la magia que nos atrajo inicialmente, perdemos esa apreciación, perdemos de vista cuáles eran nuestras metas.
Hoy, enfócate en lo que realmente quieres de todas las cosas con las que estas llenando tu vida ahora. Si no sabemos por qué nos ocupamos con nuestro trabajo espiritual, nuestros amigos, o nuestras carreras, nunca puedes esperar ver los resultados que querías cuando empezaste.
Yehuda Berg
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"¿Me quieres me quieres o nada más me quieres?"
Esa era la pregunta que consumía el corazón infantil de Winnie cuando se la formulaba con ojos atentos a Arnold buscando la verdad en ellos.
Arnold no podía entender del todo la pregunta, no captaba la sutileza de esa pequeña diferencia en palabras pero absoluta en la acción y la actitud...
"¿Cómo que si te quiero te quiero? ¡¡Si te quiero!!" le decía con exasperación por no entender exactamente tal precisión
"Nooo, pero dime si me quieres me quieres ¿¿¿o nada más me quieres???" insistía Winnie
No quisiera decir que es una comprensión de género, porque no creo que en el amor seamos tan diferentes los unos de los otros, pero quizás sea un nivel de conciencia de la profundidad que implica una y lo simplemente insignificante que puede parecer la otra...como cuando alguien en automático te responde "bien" Cuando le preguntas como está y que quizás sólo sea la palabra estándar por decir, no la verdadera emoción.
"Me quieres me quieres o nada más me quieres" insistía
Y finalmente el entendía y le decía con verdad: "¡¡Te quiero te quiero!!" y todos derramabamos una lágrima en casa =)
Con esto Winnie lo que quería escuchar era si era amor desde su corazón o simplemente un "me gustas" o "eres una más en mi vida". Quería escuchar que era especial desde su alma.
En nuestras relaciones diarias ¡Es tan fácil contagiarse de la indiferencia! Todos tememos que las palabras de amor se gasten, todos tememos abrirnos demasiado, estar vulnerables ante el otro, entregarte, piensas que estarás en riesgo de ser devastado, pero en realidad lo realmente riesgoso en una relación es pensar que la puedes tener bajo control, que puedes tener bien medido hasta donde es bueno decir y hacer para "no peligrar", que no vea que la (lo) quiero mucho o "va a abusar de mi" se va a "aprovechar" "me romperá el corazón". Pensamos que podemos decir hasta donde querer para que no metas tu piel y lo que hay debajo en ello.
En verdad creo, que el verdadero riesgo es no dar, no dejarse ir, no actuar con el deseo de cuando no era mia(o), olvidarse de tener detalles, de demostrar que aún seguimos siendo cómplices de la alegría de este amor, ir sembrando olvido y un día verse a los ojos y decir...por más que busco, por más que intento...ya ni siquiera recuerdo si algún día te quise...
Te quiero te quiero...y de verdad, siempre lo haré. ; )
Prana Pascual
