Martes, 14 de agosto de 2012
Cuando profundizas en la Kabbalah comienzas a entender que dar es recibir. Esta conciencia se filtra en todo lo que haces y te encuentras tratando de ayudar a las personas.
El instinto de ayudar es bueno, pero necesitamos aprender cómo ayudar a otros sin quemarlos. Si una persona no está lista para escuchar lo que tienes que decirle, puedes quemarla.
Yehuda Berg
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Mi experiencia más cercana a esta comprensión, es el amor.
Es como querer que alguien se enamore...
Habemos quienes en nuestras vidas, hemos querido "construir al amor", obligarlo; quienes ha querido construir una Torre de Babel para alcanzarlo, quien ha querido saber la formula química que le hace acontecer, el orden matemático o la métrica específica por donde pasa el amor...
Pero el amor simple y solamente, pasa. No hay mecanismo, no hay plano inclinado o palanca que le propulse si no está llamado a ser... es quizás como el fenómeno del magnetismo...
¿Tienes oídos para escucharlo? Vibra tu corazón tu Alma cuando encuentras que entiendes ahora perfectamente que es eso que reza "Son muchos los convocados y pocos los elegidos"...No es alguien que te elige, es una experiencia que te acontece, pero no está en poder de nadie despertarte si tu así no lo deseas...el verdadero deseo es lo único que puede mover al Universo...
No es en sí misma una sabiduría elitista, ninguna lo es por querer serlo, porque deba preservar un secreto...pero apreciar la sabiduría de la Kabbalah --o algún otro camino de Luz-- es como el amor, pasa o no pasa, no hay ciencia que pueda con ello, estás listo para ella, está lista para ti, te resuena, te llama por tu nombre...no hay coerción en la espiritualidad, como no hay coerción en el amor.
Me explicaba un enamorado intenso de Kabbalah, mi Maestro David Benzaquén que cuando encuentras Kabbalah deberás beberla de un solo trago, todo el barril de la sabiduría desde un inicio a un fin...
Pensaríamos que eso es imposible, que no hay fondo que alcance para que puedas integrar al Universo entero...Si si te vuelves un canal. Todo el tiempo lleno del amor y la calidez, y los colores, y la claridad, y la alegría y el entendimiento, si algún día te asalta alguna duda, ahí está el manantial ¿Cual es la prisa o cual el espanto?
Eso es acercar a la gente a la Kabbalah, te mantienes cercano, les hablas como en un susurro, no es impositiva o exigente, quien tiene oídos escucha y quien tiene el corazón listo la encuentra y como tantos de mis amigos, de la gente de la Comunidad, no podemos dejar de agradecer el día que tuvimos el mérito de llegar a ella...Y amarla.
Lo mejor que nos ha pasado en nuestra vida.
Feliz día Querida Comunidad del Blog.
Prana Pascual
