LUNES 8 DE MARZO DE 2010
La vida se trata de animar a los demás y hacerlos sentir especiales. Cuando hacemos eso, multiplicamos las bendiciones que pueden entrar en nuestra vida.
Hoy, haz sentir mejor a la gente a tu alrededor, hazlos sentir que pueden hacer lo que sea.
Yehuda Berg
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Cuando Moisés sacó a los israelitas de Egipto no salieron solos, salieron junto con ellos un grupo de personas denominadas "Los Erev Rav". La traducción de este término es las Multitudes Mixtas.
Según recuerdo de mis lecciones, Di-os le dijo a Moisés que no sacara a estas personas junto con los israelitas ya que ellos no estaban listos, sin embargo Moisés insistió porque pensó que al ver la consciencia ellos modificarían.
Lamentablemente fue al revés.
Cuando Moisés subió a recibir las Tablas, avisó que regresaría en 40 días. Los israelitas esperaron ese tiempo pero al faltar...6 horas, 6, los Erev Rav les convencieron de que ya no iba a volver y que tenían que construir sus propios medios de conexión por lo que recolectaron el oro de todos y lo fundieron para hacer el ídolo llamado "El Becerro de Oro" inyectando con ello la energía de muerte y discontinuidad, mismo por el cual se causó la desconexión de la oportunidad de llegar a los tiempos de la corrección final de la consciencia y nos pusieron a trabajarle otros cuantos siglos ja ja (¡No se si debería reírme...honestamente!)
Contado a manera del código, la porción que estamos estudiando esta semana es Vayak'Hel que quiere decir unidad (unificar todas las fuerzas del universo). Parece extraño porque de alguna manera, este capítulo repite los previos que acabamos de pasar llamados Terumah y Tetzahveh.
Esto no es un error, sino que es porque los humanos necesitamos una y otra vez una oportunidad porque a su vez una y otra vez volvemos a desconectarnos de la consciencia de la Luz, de la continuidad, de la unidad y volvemos a padecer esa energía inyectada por los Erev Rav, esta que en la vida nosotros mismos ponemos en los otros y que dejamos que a su vez nos inunde.
Quizás vimos la Luz en algo, pero se nos olvida nuevamente, dudamos, vivimos con incertidumbre, volvemos a caer en nuestras rutinas idólatras es decir volvemos a ser esclavos de nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestras rutinas instaladas que ya no cuestionamos ni buscamos el ¿Porqué lo hago?
Eso es en breve lo que es el estar esclavizados ante Un Becerro de Oro, tradúcelo en tu vida como quieras, todo lo que te cause esa desconexión es tu idolatría personal, por eso necesitamos extra energía para sobrepasar el reto de nuestra limitación mental, y la manera es apoyarnos los unos a los otros, estar en unidad Vayak'hel.
A manera de reforzar el comentario te contaré, el sábado estuve reunida con unas amigas en un momento delicioso de conversación del trabajo de la consciencia, de cómo apoya el tener una comunidad de personas que estén haciendo el trabajo de desarrollo también, porque de otra manera, el medio habitual suele ser un "andar con lobos y enseñarse a aullar".
Hicimos un experimento de esos de "ver para creer" que una de ellas promovió.
Se trataba de que --sin avisarle a la amiga que se voluntarió para el experimento-- nosotras recibíamos la instrucción de la que nos estaba coordinando, del tipo de PENSAMIENTOS que debíamos "lanzarle" a la que se había retirado por un momento del grupo, para que al regresar ella le pidiera "extiende tu brazo y pon fuerza, trata de que yo no logre bajártelo con mi peso".
La instrucción del brazo era la misma en las sucesivas ocasiones, sin embargo en las múltiples veces que lo hicimos, invariablemente cuando la instrucción era de "pensar en positivo acerca de ella", ella --sin conocimiento de que energía estábamos enviándole-- pudo ser más fuerte que la coordinadora que ponía todo su peso en tratar de vencerla en cada ocasión, sin embargo cada vez que hacíamos "mala vibra", se podrán imaginar que en segundos era abatible el intento de oponer fuerza ante la coordinadora.
Muy impresionante porque ninguna de las dos estaba jugando, se veía su esfuerzo, pero no falló en ninguna aún sin conocer el contenido de nuestro pensamiento.
Así somos de importante los unos hacia los otros...¿Cómo ves?
Así que bueno, te recomiendo que pienses que todos estamos en una misma sustancia energética. Lo que pones en ella --bueno o malo-- eventualmente se vuelve el medio que nos circunda a todos, como quien pone tintura en el agua. Piensa que vas a aportar en esta consciencia común y con quienes tengas cerca, aplicalo ¿Vas a inyectar Luz o vas a inyectar oscuridad? =)
Aplica tu consciencia.
Feliz lunes
Prana Pascual
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