LUNES 22 DE FEBRERO DE 2010
Hay una historia de un sabio a quien se le pidió en una ocasión que maldijera a otro hombre. Le dijeron que el individuo en cuestión era malvado y quería hacer daño a todo el que se atravesara en su camino. El sabio respondió: "En lugar de maldecirlo ¿no sería más fácil bendecirlo para que sea capaz de sólo ver la Luz? Si sólo puede ver la Luz, el resto se arreglará ¿No es cierto?".
Hoy, bendice a la gente que quieres maldecir. No puedes combatir la oscuridad con oscuridad. Combátela con Luz.
Yehuda Berg
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Alguna vez escuché que los Ángeles no tienen libre albedrío y que por eso, les es imposible faltar a las leyes del Universo, sin embargo después esta visión me fue clarificada y alguno de mis maestros me explicó que no es que no lo tengan, sino que ven con tanta claridad la diferencia entre luz y oscuridad, que no se les dificulta decidir siempre hacia el lado luminoso.
Los humanos no.
Los humanos vivimos en la realidad del Árbol del Conocimiento, del Bien y del Mal y por tanto, nuestra caída del Edén significa siempre estar teniendo que decidir hacia donde dirigirnos, tener que evaluar, calibrar, medir, reflexionar, cavilar, profundizar, para tratar de elegir ir hacia la luz porque nunca nos queda claro que es el bien y que es el mal, que es lo correcto o lo incorrecto y nuestra percepción a través de los sentidos es limitada y ambigua....
Sin embargo, ese es el mérito...
De eso se trata acercarse a la Luz, de elegirla.
Moisés por ejemplo, llegó a un nivel de desarrollo en el que estaba ascendido a mitad ángel, mitad hombre (Midrash Rabba, Levítico 30:13).
Muchos honrarían la mitad angélica, sin embargo la grandeza de Moisés, estaba en el Moisés humano. El era una persona "real" que vivió a través de derrotar los retos de la una vida "real". Un tzaddik (un justo) logra un nivel más elevado de consciencia que un Ángel. Para los ángeles no hay cortina de separación con la Luz. Un justo experimenta las limitaciones y las obstrucciones que el Satán pone en frente de él o ella, pero se eleva por encima de ello, que es una tarea aún más retadora.
El nivel más grande que podemos lograr en el trabajo espiritual es ser un auténtico ser humano, eso es más importante que entender o estudiar.
Escribiendo esto, recordé una frase de "El Sermón de la Montaña" de Jesucristo que dice en un fragmento:
"Aquel cuyo corazón esté cerca de Dios, será rico en valores internos, y entrará en el reino de la paz.
Yo, Cristo, os doy una medida para que os deis cuenta de dónde os encontráis —en la luz o en las sombras—: “pues donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”; allí estará algún día vuestra alma."
¿Cómo acercar tu corazón a Di-os? A través de la afinidad, de la generosidad, del compartir desinteresadamente, de ser Verdadero. No es que yo sea sabia, es que nos hemos estado preparando para saber como acercarnos al Árbol de la Vida, como acercarnos a Di-os que no es otra cosa que acercarse al Amor. Te invito a leer el blog en el día 20 porque ya en la porción anterior nos dijeron cómo construir nuestro corazón...donde recibir el amor de Di-os.
Donde esté tu tesoro --lo que de verdad tenga intensa valía para ti-- ahí estará tu corazón.
Sea el Amor guía de tu vida.
Prana Pascual
Parte del texto fue consultado en la Biblia kabbalística editada por Yehuda Berg, The Kabbalah Centre International, volumen "Exodus". Porción Tetzaveh
Fragmento de El Sermón de la Montaña encontrado en:
