MIÉRCOLES 4 DE NOVIEMBRE DE 2009Usamos nuestros errores como oportunidades para crecer y así no perder el coraje cuando cometamos nuevos errores.
Hoy, libérate de la carga por oportunidades perdidas y ocasiones estropeadas. En lugar de esto, pregúntate qué aprendiste acerca de ti, y de la vida como resultado. Entonces ten el valor de ir hacia delante y de arriesgarte a fallar de nuevo.Porque cada "no" te acerca más a un "sí".
Yehuda Berg
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Tengo una Maestra de Astrología cuya frase más característica es "Todo está en su perfecto orden". Ella no es kabbalista pero es una mujer profundamente espiritual, lleva esta frase a su vida con una certeza admirable aún cuando no todo sea miel sobre hojuelas.
Hoy me sonreí cuando vi el nombre de la afinación, porque si tú, como mi amiga Sonia notaron ayer, existió un error. Publiqué la afinación del jueves, así llegó, yo no la cuestioné y salió.
Para no dejar de hacer un post hoy y no perder la oportunidad de aprender algo este día, publicaré la de ayer, confiando que el error, sea realmente lo que debe ser en la vida de cada uno de los lectores =) incluida yo, que no me di cuenta hasta que me lo trajeron a la vista.
A mi me causa gracia porque lo siento como cuando en un programa "en vivo" sale un "camelo"...esos errores que pasan a los actores en su representación, y que en ese mismo momento lo tienen que enfrentar y salir adelante incólumes...y que por si fuera poco hacen que esa actuación sea más inolvidable por el detalle. Si simplemente se hubiera logrado la impecabilidad de otras ocasiones sería una más, pero el error le da un tono de carácter al evento.
Una palabra clave dentro de la sabiduría de la Kabbalah es TIKUN, corrección. Esa comprensión de que estamos aqui para la corrección de nuestra naturaleza y que ello demanda esfuerzo, es imprescindible.
Una de las lecciones de Vayerá es un momento impresionantemente importante dentro del código que nos muestra la Torah (o Biblia) que es lo que se llama, la creación de la colúmna central. Les recuerdo: Kabbalah está basado en la construcción de tres colúmnas, la derecha, que es la misericordia, la izquierda que es la llamada juicio, y la central, que es el balance entre ambas.
Cuando lo reflexionas, entiendes que para que algo perdure en este mundo, para que tenga continuidad y permanencia, necesitas tener un balance entre el amor o la misericordia y los límites y normas que demanda el juicio para que la otra energía no sea simplemente como agua que no tiene un contenedor (¿Alguna vez se te ha caído un vaso de agua? ¡Parece que tiraste un óceano!)
¿Esto que quiere decir? El ejemplo más claro, un niño malcriado ¿Porqué? Porque algún padre en su amor desbordante no lo educa no le pone límites, entonces genera un carácter desordenado, anárquico y demandante, en vez de uno amoroso y ordenado...¿Porqué? Porque la columna derecha, ese amor sin límites lo que crea es un resultado blando y de corto plazo. La persona es incapaz de reconocer estructuras de respeto por los demás, de aprecio por el orden, de las fronteras que requiere la integridad en nuestras acciones, saber que no todo está permitido indiscriminadamente.
El trabajo de hacer que algo tenga una estructura de largo plazo y durabilidad, la da el marcaje de límites, es decir la colúmna izquierda.
La corrección de carácter que podemos trabajar esta semana es justo la de ese desbalance en nuestro propio carácter. Si soy demasiado blando, ser capaz de hacer una confrontación y sostenerla lo necesario, sin culpa y con la consciencia interna de que estoy haciendo bien a la relación. Si soy demasiado juicioso en cambio, corregir el inyectar piedad y amor a mis intervenciones.
Como ves, la vida se trata de corregir. No hay que tener tanto temor al error. Ojo, al error -lo que sale de nuestra insconsciencia- ,no al complot o a la equivocación adrede. La intención siempre tiene una valencia por si misma en el resultado de todo.
Sin temor al error, pero con la responsabilidad de afrontarlo y corregirlo.
Eso podemos reflexionar y actuar el día de hoy.
Besos y feliz día
Prana Pascual
