SÁBADO 13 DE JUNIO DE 2009 Al practicar la transformación, no tengas miedo de fallar. De hecho revelamos más Luz para nosotros y el mundo cuando caemos y nos levantamos. Si nunca caemos, nos quedamos exactamente donde estamos. Y aunque el tiempo nos mueva hacia adelante físicamente, espiritualmente nunca avanzamos. Caer puede apalear nuestra autoestima, generando depresión o ansiedad, que son reacciones naturales ante una situación difícil. Pero responde siendo amable contigo mismo.
Hoy, no te tortures. De hecho, celebra los momentos en que has caído. Cada "no" te lleva más cerca de un "sí".
Yehuda Berg
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Yo tuve un abuelo muy especial. Mi abuelo materno de alguna manera se conectó a la espiritualidad desde que era muy joven, y ese fue el hilo conductor que guió el resto de su existencia hasta los ochenta y tantos años que vivió.
Cada desayuno o momento que estabamos con él el tema era la espiritualidad. Quizás a veces platicaba de otros recuerdos, pero en general lo tengo en mi memoria hablando de ello y de alguna manera yo creo que el también veía en mi la veta porque siempre me llamó "la soñadora astral" porque yo siempre estaba escribiendo y dibujando "en el aire". Creo que de alguna manera, el adivinaba esa inclinación en mi cuando un día siendo yo muy niña el me quitó una araña que se me había subido. Cuando cayó al suelo me dijo "¿La mato?" Y yo le dije "¡Nooooooooo, por favor no la mates!", el se me quedó viendo y me manifestó su gusto por mi decisión.
Practicaba yoga cuando nadie conocía de ello (de ahi el nombre Prana) y hay quien hasta dice que levitaba. Yo no lo sé. Lamentablemente la edad no me dió para poder estar más al nivel de lo que el decía, para poder entender todo lo que hablaba de teosofía, de una mujer que había visto de frente a D-os, del trabajo del karma y de tantas otras cosas.
Mi abuelo era un ser fuera de su tiempo y fuera de serie. Era ingeniero, construía trasformadores eléctricos y fué quien "trajo luz" no sé si parte o todo el Bajío electrificandolo -lamentablemente me faltan detalles de primera mano para poder hablar de el con suficiente justicia--
Fue un hombre lleno de intereses en la vida, las motos, el box, la pintura al óleo, activo en los movimientos de su tiempo, buscaba tesoros con aparatos de detección, dicen que tenía el don de la ubicuidad. Era un hombre vital. Ciertamente hay quien puede decir que cometió también grandes errores --SI, así fue-- pero yo lo que habré de decir es que "vivió y fue una persona"....y por cierto una Gran Persona.
Tuvo muchos contrastes, claroscuros, pero al fin del cuento todos en la familia sabemos que tenemos una gran raíz y le admiramos y le queremos por siempre, no importa si se llegó a caer porque fué más Luz que oscuridad y nos dejó a todos nosotros con una fortaleza interior que vive por siempre en algún lugar de nuestro corazón.
Shabat Shalom.
Prana Pascual
Imagen: http://www.degliuomini.com.ar/home.html / No tiene título, a mi me gustaría que fuera "Soñadora astral". La preciosa ilustración es de una ilusradora magnífica que acabo de encontrar en internet Claudia Degliuomini a partir del blog de http://criarelpatrimonioalolargodelavida.blogspot.com/2008/01/felicidad.html
