Hod es una séfira que emana el atributo de la Humildad como ya lo habíamos mencionado la semana pasada y descrito como algo tan bello como un pétalo, y tan sutil y frágil como tal, sin embargo, Hod también es conocido como El Esplendor.
Piensa en una mañana frente al océano, el amanecer de un nuevo día con ese estruendo primoroso de las olas contra las rocas, la espuma brillante y espumosa lamiendo la arena y las gaviotas alrededor, sobrevolando, alimentándose en el infinito ciclo de la vida...
Y ahí tú, presenciando ese dorado casi blanco que todo lo envuelve, sin vacío alguno, la brisa envolviéndote y revolviendo tu cabello, sintiéndote abrazado por la inmensidad, por El Creador y por la Madre Naturaleza, ambos principios masculino y femenino en pleno ESPLENDOR. Y te sientes simplemente lleno, pleno de la magnificencia, feliz...
¿Cómo no sentirse humilde ante esta inmensidad? Y sin embargo, somos parte de ella, y somos nutridos en nuestra fortaleza interna.
Hoy, esta conexión de fuerza interior, de reconocimiento humilde de la grandeza a la que pertenecemos, la que nutre a la determinación y a la perseverancia. La inspira desde dentro apoyando su capacidad de continuar, de perseverar y ser constante ante los desafíos.
Observa las palmeras, se dejan tocar y mover con la cadencia del viento, lo suficiente como para acompasar pero lo suficiente no para romperse. Así Hod de Netzaj, suficiente para ceder en la convivencia, lo suficiente en fortaleza para mantenerse generando sombra bajo la cual descansar.
Feliz día Comunidad, a trabajar. :-) Y un abrazo lleno de Luz Solar.
Prana Raquel Pascual
Apoyada por jabad.org
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