"No se nos pide ser perfectos. Se nos pide ser quienes somosy a hacer lo que hemos venido a hacer en este mundo un mejor lugar porque nosotros vivimos en él."
Está escrito que habrá una generación en que el hombre no tendrá que enseñar a su compañero humano porque todos van a conocer la Gloria del Creador.
Amigos, hemos llegado a esa generación. Estamos viviendo en un tiempo en que cada uno de nosotros, gracias a los esfuerzos de esos que vinieron antes, tiene el conocimiento y la sabiduría para entender que no sólo tenemos la chispa del Creador denro de nosotros, sino que además tenemos herramientas para volvernos más y más omo la Fuerza Divina.
Hoy, toma un momento para reconocer de que no importando que es lo que esté pasando en las circunstancias de tu vida, no importa lo pesado que parezca la carga o que errores hayas hecho en el pasado, tu eres una chispa de Luz Divina, con la habilidad de extenderte hacia esa Fuerza a través de tus esfuerzos de ver por otros, de compartir y de encender el amor que está dentro de ti.
Karen Berg
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Y sin embargo eso no quiere decir de ninguna manera, no saber pedir ayuda.
La porción de esta semana de hecho, nos indica de ello, de los enviados a la expedición a Israel, solo dos de ellos tuvieron la consciencia correcta de como ir y no perder de vista la misión, y esos fueron los que pidieron ayuda a su Maestro espiritual.
Su gran secreto fue, saber --temer incluso-- no perder la consciencia de la Luz, tener miedo de actuar con una agenda personal en vez de una consciencia de compartir, porque OJO, ese tipo de miedo no es como los que nos hacen equivocar decisiones o dejar pasar oportunidades, sino que es el miedo de perder la conexión con la Luz del Creador.
Ese es el único miedo válido, perder nuestra conexión con la Fuerza del Creador.
Shimon cuenta una historia de un emperador en China muy poderoso, con muchas tierras y negocios y que nunca tenía miedo, nunca nada lo molestaba, siempre estaba en paz.
Un hombre de negocios le preguntó su secreto "¿Dime cómo haces?" a lo que el Emperador le dijo que sin problema, que regresara por la mañana y le diría su secreto.
Al día siguiente el Emperador condujo al hombre hacia donde tenía una gran vela, la encendió y le dijo que si se apagaba esa llama, lo mataría.
Por supuesto el hombre se espantó muchísimo y cuidó la flama de cualquier viento o posibilidad de riesgo de extinción que pudiera tener.
Al final del día el Emperador regresó con el hombre de negocios que había estado cuidando la vela y le dijo, ahora sabes cual es mi secreto, la vela es mi pueblo, y yo por lo que tengo que velar es porque su Luz no se apague, que estén bien cuidados, ver por ellos para que prosperen y no se disminuyan y mucho menos se extingan.
Ese temor es el único que me permito, y me dedico a cuidalo, así que ahora ya sabes mi secreto de no tener otro motivo que me arrebate la paz.
Me quedo reflexionando y pienso que en esta vida no venimos nada más a hacer por hacer, cuando lo que hacemos deja de tener propósito empezamos a ser robóticos, empezamos a tener miedos de diversa índole porque estamos en todo y en nada, nada es suficientemente importante para que le demos foco, nos atemorizamos, nos desmotivamos y dejamos de ser quienes realmente vinimos a ser en este mundo.
Si podemos elegir cual es nuestro foco de atención, cual es nuestra veradadera misión y la llevamos a cabo con devoción y pasión ¿Cabe lugar para algún otro temor? Pero ojo, no te engañes con falsas bondades o propósitos, revisa bien tu consciencia y no andes nunca tan solo en el camino. Si estamos para ayudarnos, aunque todos tengamos maestría en algo, solo la tenemos para poderla compartir con los demás, ese es el fin verdadero de cualquier talento.
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
Basado en historia que cuenta Shimon Sarfati con algunas adaptaciones de mi parte =) que la escuché y la retransmito con mis palabras para que no pierda el sentido ;)
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