LUNES 21 DE JULIO DE 2008. ¿Qué tan seguido has oído o usado la palabra: "repentinamente"? Repentinamente terminó conmigo; repentinamente el entrenador me sacó del equipo; repentinamente mi mamá se mudó.¿Pero qué tan repentino es repentino? Por ejemplo, ¿Alguna vez te has despertado para encontrar de repente un árbol en tu patio? O ¿Para encontrar que tu cabello ha crecido de repente diez pulgadas? O ¿Que de repente vives en una casa nueva? Poco probable.
"Repentino" implica un significado de caos, un significado de que las cosas nos suceden, en lugar de la profunda verdad de que nosotros nos sucedemos a nosotros mismos.
Sucedernos a nosotros mismos es bueno. Nadie más está dando las órdenes. Y mientras esto presenta un montón de responsabilidad por nuestros pensamientos, palabras y acciones, también da espacio a posibilidades ilimitadas.
Ya hemos, tal vez sin darnos cuenta, dado forma a nuestro pasado. Y tenemos el poder de dar forma a nuestro presente así como a nuestro futuro.
Mientras vives hoy, mantén este pensamiento en mente: si algo me sucede, estoy atrapado en lo físico. Estoy reaccionando. Pero si estoy sucediéndome a mí, bueno o malo, me estoy conectando con lo spiritual. Estoy siendo proactivo. No esperes entender esto completamente ahora. Esta idea es una mina de oro grandísima que continuará dando riquezas mientras la exploras.
Yehuda Berg
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Ni una pequeña mariposa surge de la nada, todo tiene un proceso.
Hablando del "derrepente" recordé cuando mi mamá nos decía a mi hermano y a mi que "juegos de manos son de villanos" lo cual aplicaba cuando empezaba a ver que de juego empezabamos a darnos manazos o a bromear de forma en que claramente se veía que se estaba planteando la semilla para una buena pelea que se iba a caldear después del ratito de risa.
Así como pasaba con mi hermano nos pasa con todas las relaciones de la vida. Me pareciera que es como si el ser humano funcionara como un átomo con un núcleo que no tuviera una configuración estable...es decir radioactivo. Reaccionando.
Un tema tan importante para todos son las relaciones de nuestras vidas y es ahi donde tantas veces nos encontramos los derrepentes más dolorosos. He encontrado relaciones en las que al empezar a bromear sobre quien era más y quien era menos, quien era "el débil" o quien era más "duro" o quien quería más a quien, quien cedía más y quien menos...calculos para ver como dando menos recibo más...error. Error error error.
A veces los humanos tenemos la fantasía que alguien tiene que "ganar" dentro de una relación, que alguien tiene que ser el que esté enamorado o el que haga los esfuerzos por el otro, pero el amor no es una carretera de una sóla vía. Si un potencial gran amor no encuentra de los dos lados una enorme voluntad de caminar su propio trecho no hay manera de llegar a la meta. A la meta de una pareja o llegan juntos o no llegan.
¿Tienes actualmente una relación, antigüa, nueva, de amor de amistad, familiar, de cualquier tipo? Evitate el fenómeno del derrepente, no estés tan pendiente de que da la otra persona, quien es más, quien es menos, quien es el listo o el vulnerable. Tu da. Da generosamente, da sin calcular que vendrá de regreso, ten detalles, se cuidadoso con el corazón ajeno. Que no seas tú el eslabón más débil que por hacerse "el fuerte" se rompa.
Un corazón "derrepente roto" nunca es una mariposa que no pasó por crisálida...es simplemente el resultado de no abrirlo por temor a volverse vulnerable y que en ello, el costo sea jamás poder desplegarle las alas.
Cariño,
Prana Pascual
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