El Zohar de esta semana habla de la luz que nos es
dada en particular a través de "la comida, nuestra ropa y nuestro hogar", pero en realidad, la porción de Ekev no habla de ese nivel de entendimiento, sino de algo que puede tomarnos un buen tempo decodificar y aplicar como realmente es posible, que es acerca de la des-materialización.
El concepto puede parecernos realmente abstracto, pero si dedicamos un poco más de esfuerzo como estudiantes de espiritualidad podremos ver que lo que nosotros realmente necesitamos para vivir, es Luz, es energía, que ciertamente viene en muchos tipos de vehículos.
Una manzana, un helado, dinero, cosas que nos pueden complacer pero que en realidad lo que nos dan es la energía del placer, o energía de vida...pero entonces, no es la materia por sí misma la que queremos, sino la energía que nos puede proporcionar.
Si nos quedamos en lo material, el placer es finito, termina tan pronto acaba la manzana y después necesitaremos más.
Lo que Ekev nos brinda esta semana es primero que nada, esta comprensión de que lo que realmente necesitamos es la energía, pero busca hacernos ver, que la tenemos que des-materializar de los objetos que creemos que nos la dan.
Disolver la materialidad en nuestra vida esa es la
esencia de Ekev.
Estamos atrapados en lo material por tanto la satisfacción es finita.
La porción NO se refiere a despreciar lo físico o lo material, sino en expandir nuestra consciencia hasta darnos cuenta y poder realmente extraer la luz que hay en la materia y poderla des-materializar y disfrutar con plenitud y sin fin.
Se me ocurre un ejemplo para tratar de acercarnos a esta comprensión:
Piensa en alguien que ya no esté en este plano físico, pero alguien a quien hayas querido muchísimo. Si lo recuerdas y aún sientes amor...algo así es de lo que estamos hablando. ya no está físicamente, pero lo tienes des-materializado lo suficiente para seguir sintiendo ese cariño, esa sensación de cercanía y esa emoción hermosa. Ya no deriva de algo físicamente presente, es algo más duradero que eso.
Reflexionamos al respecto, pero hagamos un ejercicio para tratar de comprenderlo. Piensa concienzudamente:
¿En qué aspecto dejas más a la materia controlarte?
¿Donde eres realmente esclavo de lo material?
Eso que pienses será sujeto a ser des-materializado para quitarle el Satán del temor de perderlo, de que se acabe pronto, de que es más el miedo de no tenerlo o perderlo que el placer que realmente te da.
Si, es un concepto meta-físico que puede costarnos trabajo captar, pero no se expande "vasija", si no hacernos algo de esfuerzo esfuerzo de comprensión.
Haz el ejercicio mental dedicadamente. La propia idea de comprenderlo es más metafísica que física :-) ... fiuuu, ¡¡Vamos avanzando!!
Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Ruth Rosenberg Ekev 2015 El Centro de Kabblaha Internacional
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