MIÉRCOLES 22 DE JULIO DE 2009La solución existe antes que el problema. Ésta es una verdad kabbalística que ahorra un montón de preocupaciones. A menudo en la vida entramos en pánico porque no pensamos que haya una respuesta, una cura, una salida. No hay que preocuparnos. Está ahí. Sólo necesitamos encontrarla.
La pregunta de los 64 millones de dólares... ¡¿cómo la encontramos?! El primer paso es reconocer esta verdad de que para cualquier problema que estés enfrentando, la solución existe.
Hoy, recuérdate que la Luz trabaja más allá de la lógica. Las respuestas vienen de lugares inesperados. Pero la solución existe. Entre más sientas esta verdad, más rápido vendrá a ti.
Yehuda Berg
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En aquel año que fuimos a pasar Rosh Hashaná (Comienzo del año) a Israel, uno de las visitas que seguramente más de nosotros recordamos con especial cariño fué la que hicimos a la mikvé del profeta Habacuc.
Se cuenta que el profeta Habacuc fue hijo de una mujer a quien se le concedió después de años de no haber podido concebir, lograrlo.
Habacuc, siendo muy niño murió, pero su madre sin decir palabra ni siquiera avisando al padre de este suceso, fue a buscar al Maestro kabbalista para que le regresara a la vida. Ella se cuidó de no decir palabra y de no afirmar nunca que había muerto, para que no se volviera verdad irrefutable.
Al llegar frente al Maestro lo que le dijo es que si se le había concedido en gracia tener un hijo, porqué ahora siendo el tan niño se lo quitaban, y que más valiera que no se lo hubieran dado si iba a tener que pasar por este dolor de que la muerte se lo arrebatara, por lo que pedía que se lo regresaran a la vida. El Maestro al ver la certeza con que ella había actuado, le ayuda y no sólo regresa a la vida sino que le dice que su hijo será un profeta. Y así fue. Habacuc es recordado como tal.
No estoy del todo cierta de la exctitud con que estoy contando la historia porque la escuché ya hace algún tiempo, sin embargo, lo traigo a colación porque mientras ibamos recorriendo los caminos de el norte de Israel, dirigiéndonos a la mikve (poza de agua en la que se hacen inmersiones para purificación), el Maestro nos explicaba que estaba dicho desde el inicio de los tiempos quien podría meterse en las aguas de la mikvé de Habacuc.
Los que lo hicimos nos sentimos muy honrados y llenos de alegría.
Así como ello, hay quien me ha dicho, "lo que ha de ser, será".
Si tu haces tu trabajo espiritual, seguramente tendrás obstáculos o bloqueos en algún aspecto de tu vida, habitualmente, uno en el que te duele mucho no tener respuesta --tal como le pasaba a esta mujer que no podía concebir--, pero un día su mérito fué tal, que ya no podía permanecer más tiempo cerrada la gracia para ella y su merecimiento le ganó su alegría de verse finalmente convertida en madre.
No lo sé de cierto, pero acabo de leer que Habacuc quiere decir "abrazo". Lo que espero hoy, es que las palabras de Yehuda te abracen con total certeza:
"Hoy, recuérdate que la Luz trabaja más allá de la lógica. Las respuestas vienen de lugares inesperados. Pero la solución existe. Entre más sientas esta verdad, más rápido vendrá a ti. "
¡Feliz día!
Prana Pascual
