MIÉRCOLES 10 DE DICIEMBRE DE 2008.Los sueños son de una importancia vital en nuestra existencia. No son únicamente fantasías que se supone han de entretenernos mientras vivimos nuestros días monótonamente. Más bien ellos son nuestro mayor potencial susurrándonos y motivándonos para revelar ese potencial en el mundo.
Desafortunadamente, la mayoría de nosotros abandonamos nuestros sueños en la niñez. Nos conformamos con lo que pensamos se supone que es la vida, en lugar de lo que soñamos que puede ser. Perdemos el entusiasmo y la motivación para lograr nuestras máximas metas, y dejamos hasta de atrevernos a pensar dichas cosas.
Hoy, recuerda esto: todo empieza con un pensamiento. Permítete inventarte las infinitas formas en las cuales puedes ser feliz y exitoso. Fantasea con el propósito de activar estos profundos deseos y permite que estas fuerzas universales dentro de ti se desarrollen.
Yehuda Berg
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"Si se pudieran encadenar uno tras otro los sueños nocturnos de un hombre de 50 años, podría decirse que había estado soñando durante cinco años. ¡Cinco años!, es decir unos 1800 días, 45,000 horas..."(La interpretación de los sueños, Pierre Daco, Editorial Panorama).
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Cuando era más jóven y aún estaba estudiando en la universidad, tenía algunos temas que dentro de mi carrera de psicología que eran de los consentidos: Liderazgo, Terapia de pareja, Teorías de la personalidad y entre otros ¡Sueños!
Para el mundo de la psicología los sueños son la aventura interior hacia el mundo de lo inconsciente. Nunca es deleznable lo que se sueña porque aunque parezca un material desconectado y confuso, en realidad se trata de la conexión con un mundo lleno de claves personales que importaría conocer. Sin embargo, con Kabbalah, la comprensión de ese viaje nocturno en el cual vemos imagenes de lugares que podemos no recordar que conocemos, con personas de distintos tiempos y épocas entremezclados, en el que podemos volar o convertirnos en seres mágicos, o cualquier otra gama de posibilidades infinitas, es realmente el viaje de regreso de nuestra alma a su fuente. Es el momento de recargar la batería, pero no sólo eso, es un momento que puede servirnos de jornada de descubrimiento, de respuestas que necesitamos para ese momento de nuestras vidas.
Si te ha pasado como a mi que de muy joven vivía sueños mitológicos, en tríptico, llenos de heróes y que hoy apenas puedo recordar si soñé, te aviso (y de pasada me aviso): estás perdiéndote de un libro de sabiduría personal; si piensas "Que toda la vida es sueño...y los sueños, sueños son" (Calderón de la Barca), comienza a practicar escuchar a tu alma al regreso de su travesía nocturna del mundo infinito.
Acuéstate con la voluntad de soñar y recordar, haz contricción de lo que puedas haber causado de daño durante el día, estudia un poco de Zohar y pide que te sea revelada la respuesta de algo que requieras saber para tu crecimiento espiritual. Propónte a la mañana siguiente tomar nota.
Ese será uno de mis propósitos de año nuevo, llevar un diario de sueños. ¿Te unes al propósito?
Seguramente recuperaremos un dialogo que hemos dejado perder con nuestra propia Alma.
Mientras tanto, feliz jornada diurna =)
Prana Pascual
P.D. Procura no compartir tus sueños nocturnos más que con gente que te ame mucho o con tu Maestro. El material es tan sutil que las interpretaciones si pueden construir una realidad. Es voz de tu Alma. Cuidala.
