En esta porción se nos enseña una lección importante,
especialmente para nuestra relación con los otros, que aunque a veces no lo
creamos, son realmente lo más importante en nuestro trabajo espiritual.
Podemos
pensar, viviendo solo soy muy feliz, si no pido parecer a nadie, si no tengo
que tolerar nada, si no tengo que aprender a convivir seré feliz...lamentablemente informo
que eso es más o menos fácil para cualquiera con dos dedos de frente jaja, pero
no es lo que se espera en términos de desarrollo del potencial personal.
La gente estamos para tratar con la gente. También tratar con dignidad a los otros seres, pero las personas, son las que de verdad nos retan, porque nadie está obligado a decirnos cuan maravillosos somos todo el tiempo, ni a hacer lo que a nosotros nos parece inteligente o sano.
Así es, y es igual para ambos lados. Yo puedo juzgar a "uno" y "uno" puede juzgarme a mi. Eso no lleva ciencia ninguna.
Pero aquí la lección es interesante porque nos dice que es importante: Si una acción está basada en nuestros propios sentimientos o en nuestro interés personal , no será de utilidad en el desarrollo de otra persona, de hecho, no solo no ayudará, sino que puede herir.
Eso es maestría en el trato con otros.
¿Es difícil? Si.
Nos demanda una constante salida de nuestro comportamiento automático y nuestras múltiples opiniones, pero es la única manera de relacionarnos con amor que es viable.
¿Has renunciado a tu relación con otros porque te has rendido?
Temo decir que esa es una lucha que no podemos abandonar a menos que abandonemos también nuestro camino espiritual. Y yo --y espero que tú-- es lo último que quisiéramos hacer en esta vida.
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
Psiocterapeuta Gestalt | Coach
