¿Qué es un pecado?Todo el tiempo se nos habla de pecar o no pecar. Pero ¿qué es un pecado? Un pecado es unir un cable de energía negativa con uno de energía positiva y recibir una descarga. Sin embargo, la unión de los cables no es hecha por una Fuerza Divina, es hecha por ti y por mí.
Cuando despertamos y pensamos algo negativo, cuando decidimos en la mañana que el día está gris y las cosas no marcharán como queremos, cuando buscamos la satisfacción inmediata pasando por encima de alguien más o de nuestro bienestar, cuando nos quejamos o decimos cosas negativas en voz alta para que las entidades que nos rodean puedan escucharlas y manifestarlas: todo esto provoca un cortocircuito. Pero un cortocircuito no significa que una mano Divina vendrá a nuestra realidad y lanzará granizo y azufre sobre nosotros. Un corto circuito es causado por ti y por mí porque todos somos responsables de todo lo que hacemos, y como somos responsables, también podemos reformar todo.
Karen Berg
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Adicional a esto que nos dice Karen, nuestros Maestros nos explican que la palabra en hebreo para pecado es Averá, en realidad quiere decir "TRANSFERIR".
¿Transferir?
¿Transferir qué?
Energía.
Simple. TODO lo que hacemos en la Kabbalah tiene que ver con la administración de la energía que manifestada en este plano, es materia, una concentración densa de la misma que por la lentitud del movimiento de sus átomos es viable que sea tangible.
Cuando pasas tu energía a una vasija que no trae mayor revelación d luz, por ejemplo, las palabras son vasijas contenedoras de energía ¿Qué más? Las dices y es energía encapsulada que bien puedes ver como claramente tienen un efecto en la persona que las recibe. Lo notas en que su semblante cambia, en que tienes una respuesta más o menos congruente a lo que le quisiste expresar (el entendimiento está de ambos lados ¿no?) No es nada...es energía, pero si son palabras necias o que no revelan nada nuevo ni positivo...eso se considera un uso poco inteligente de la energía.
Un berrinche, una descarga de miedo, de ira. Toda esa energía no dio fruto más que un chispazo que posiblemente construirá poco, muy diferente a cuando estudias y entiendes algo para poder aplicarlo técnica o científicamente.
Las palabras de un maestro o la pregunta interesada de un alumno, es mucho más reveladora de luz, que un insulto...construye más quizás con menos proporción de energía en ello. Es factible que gastes más con una emoción desbordada que con una que va canalizada ¿No crees? Y es más útil.
Recordemos. Somos vasijas que contenemos una cierta medida de Luz, no somos tal cual ilimitados a menos que sepamos conectarnos a la Luz de la Energía Universal y nos volvamos canales, ahí entonces es cuando de verdad podemos administrar mucha más energía de la que contenemos normalmente porque no es la propia sino la que hay disponible para cualquiera que sepa hacerlo. Pero aún si no lo sabemos hacer, como quienes practican Reiki, nuestra energía interna no debiera ser usada en "infiernitos", porque es la que tenemos disponible para crear.
Un punto interesante...transferir, eso es pecar...pero bueno ¿Transferir a quien? A Satán.
Muchas de las fuerzas que hay en este mundo que pueden manifestarse como violencia social, como un huracán, como un terremoto...¿Crees que es una energía aparte de toda la que existe? No. Toda la energía del mundo es una. Nos lo explica la ciencia La energía no se crea ni se destruye, únicamente se transforma, así que la energía humana de ira que ponemos cada día en un momento de intenso tráfico, que parece que no lesiona a nadie...¿A donde va?
Transferimos nuestra energía a causas constructivas y creadoras, o ayudamos a que alguien en algún lugar tenga la suficiente energía para jalar de un gatillo....¿Recuerdas el famoso Somos Uno?
Pues no solo somos uno para la creación de un mundo mejor...¿A verdad?
Queremos paz, pongamos polaridad de paz...si no, es una transferencia de energía para el juego de nuestro contrincante que la usará en su mejor beneficio: Hacernos obsequiarle nuestra Luz.
Ojo Comunidad, si Somos Uno. Para bien, y para desconectar.
Shabbat Shalom
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Desarrollo Humano
