Siempre que aprendemos una lección nos movemos. Va a ser menos tiempo y menos esfuerzo el controlar nuestro destino. Por tanto, la afirmación inversa también se cumple.
Hay 22 días desde Rosh Hashaná hasta Simjat Torah (la última ventana cósmica de este proceso en el que volvemos a construir nuestra vasija, generar deseo, llenarlo de misericordia y convocar a nuestro potencial para el siguiente año).
Aún estamos en los diez días entre Rosh y Yom Kippur, aún tenemos varios días en medio para trabajar.
Mientras mejor y más conscientemente hagamos este proceso, la vida mejora. Por ejemplo, si sabes que hay algún tema que constantemente te asalta en el camino, algún pendiente que te molesta, te estorba pero no encuentras la manera de atenderlo "YA", puedes estar seguro de que si no haces algo PROACTIVO, seguirá siendo una monserga este año, tanto o más enfadoso que en el año anterior
¿Lo has experimentado en carne propia?
Ese estorbo se irá haciendo cada vez peor y mayor, y no solo eso, sino que se le irán enredando más hilos de caos volviéndolo una madeja cada vez más complicada de resolver.
Problema pequeño, pequeña solución, gran problema grandes soluciones, y también mucha energía y tiempo del que no siempre disponemos.
La vida no siempre nos brinda el mejor momento de solucionar algo, esa es una comprensión que debiéramos tener clarísima.
Podemos pensar "Mañana lo haré"...y fallar, pero ese fallo es una oportunidad que echaste al cesto de basura.
Un día, no sabes cómo, pasan situaciones que simplemente te vuelven imposible o al menos cuasi imposible solucionar algo.
Eso yo lo aprendí en estos años de trabajo espiritual, dejar las cosas para el último momento normalmente es la mejor manera de llamar a que el poco tiempo que dejamos hasta el final se llene de algo ineludible de atender que nos angustiará y / o se volverá un obstáculo crónico, un evento más allá de la lógica que te impedirá usar esas poquitas horas que tenías en resolver ¿Sigues sin creerlo? Te doy unos ejemplitos, quizás alguno te suene conocido:
- Saldrá una junta que no pensabas que habría en el tiempo en que tenías para hacer tu gran presentación de proyecto.
- Una pandemia cierra todas las dependencias de gobierno y tu trámite se queda a medias...
- Un terremoto tira el edificio donde tenían la copia del documento que perdiste y no buscaste y ahora ya no está disponible ni ahí ni en ningún lugar
- La persona que tenías que ver fallece o se muda
- El pago que no hiciste ya tiene demasiados recargos y ahora solo puedes pagar intereses pero no capital
- El artículo que necesitabas ya se vendió y no habrá disponibilidad en meses o nunca
- Una devaluación reduce ese dinero que no metiste a invertir por desidia.
Miles de ejemplos de que la vida no siempre está disponible para lo que queremos o necesitamos.
Por eso, estos 22 queremos trabajar nuestra consciencia de oportunidad, de orden, de pertinencia, de proactividad, de agencia, de previsión, de compromisos cumplidos, de entendimiento.
¿Qué tienes pendiente por hacer?
Toma la energía disponible para poder acceder a ella cuando sea realmente necesario e indispensable y nunca te creas que El Reloj del Cielo siempre da la hora que a ti te conviene.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach
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