Llegamos al duodécimo signo del zodiaco para programar en estos días que inicia el ciclo astrológico con los doce primeros días de Aries. Veamos entonces a Piscis:
Piscis es un signo de agua regido por el planeta Neptuno que lo dota de espiritualidad, misticismo, pero también en algunos sentidos, con bajo sentido práctico. Ciertamente uno de los recursos que pueden usar para suplir esta capacidad pragmática es la intuición y la imaginación, más sin embargo en ocasiones, este mundo requiere de mucho más herramientas para aterrizar las ideas que un "me late".
La gente muy influida por este signo "sienten" a los otros y los comprenden el sufrimiento ajeno y pueden casi sentirlo como propio por esa capacidad de fundirse con la totalidad, pero en Maljut, el reino terrenal, esto puede tener su bendición pero también sus desventajas, ya que corren el riesgo de no distinguir sus propias necesidades, con los de los demás, como si se disolvieran con todo mundo...de ahí que haya gente que pueda prácticamente inmolarse por otros.
Piscis en esta preferencia por las fantasías, puede correr el riesgo de volverse adicto a sustancias que los hagan sentir justamente como que se diluyen, como que se integran, o que les desdibujan sus limites. Cuidado.
La corrección de Piscis que podemos hacer hoy, es encontrar un balance entre la lógica y la emoción, antes de proceder, analizar situaciones en las que hemos estado en medio de fantasía y realidad, en el cuento que nos contamos, y darnos cuenta con sentido práctico que esa fantasía nos puede haber estado cobrando caro nuestra "aparente ingenuidad" que en realidad es no ser capaz de asimilar los hechos y tomar decisiones concretas y prácticas.
Identifica cuando te has sentido una víctima pero que el peor ingrediente de dicho sufrir han sido tus propias elecciones y la propia historia que te has querido generar, así como las cualidades ideales que asignaste a alguien más o a una situación. Despierta, tienes la responsabilidad de cuidar de ti mismo.
Identifica cuando te has abandonado a la depresión dejándote caer en ella como una adicción al sufrimiento, donde sabes que te hieres pero no quieres dejar la conducta o la adicción aunque te haga realmente sentir pésimo. Para ya. Haz una modificación de tu perspectiva y decide cambiar de lugar emocional. Hazte responsable de la parte que te toca en ese "drama", quizás puedas ver que no es tan fuerte lo que pasa, sino como lo decides experimentar.
Prana Raquel Pascual
Apoyo de cartanatal.es
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