VIERNES, 30 DE JULIO DE 2010
El buen liderazgo viene con la confianza y con la entrega de responsabilidades, confiar ese poder en las personas detrás o debajo de ti. Mientras más exitosos deseemos ser, más tenemos que buscar una manera de compartir parte de esa presión y control con las personas debajo de nosotros, y motivarlas a hacer lo mismo con aquellos debajo de ellos, y así sucesivamente.
El universo funciona de tal manera, que un poquito de todo lo que tenemos y en lo que trabajamos no puede ser para nosotros, ser disfrutado, aprovechado o usado por nosotros. Tratar de acaparar todo sólo hace las cosas más pequeñas.
Hoy, practica el no apegarte. El no controlar. Permite que los demás disfruten de los frutos. Cuando plantas una semilla, 100 personas pueden beneficiarse de los frutos, así que no te aferres a todos ellos.
Yehuda Berg
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Esa lección es para todos aquellos que queremos y amamos tener el control.
Cuando estudiamos lo que se llaman las extensiones del ego, una de ellas es el control, el querer que todo esté bajo tu espectro de mando o de que nada tenga otro albedrío que no sea el tuyo, pero eso lo único que genera es que el sistema se trabe.
Observandolo desde el punto de vista gerencial, he observado muchas veces este fenómeno. Gente muy valiosa para una organización que empieza a desarrollar hiper-responsabilidad por esa misma sensación de valía y de que "ellos resuelven", que comienza a generarles la creencia de que sólo ellos pueden hacerlo "así de bien", y comienzan a generar una conducta que no deja que fluyan las cosas. A eso se le llama "cuello de botella".
El caos viene cuando de súbito, ya extenuados o desesperados, sueltan reactivamente la situación y cuando ya no pueden más, las comunican o las delegan ya emproblemadas, o sin el orden correcto de a quien la entregan, sino a la primera persona que parezca que puede ayudarles. Explota. Y puede ser que suceda en sus manos pero puede que sea en la de sus colaboradores. =S
Esta tendencia al centralismo se puede vender como "una gran responsabilidad", pero en realidad proviene de la desconfianza hacia los otros que habitualmente se da junto con el no ser desarrollador del talento de los demás...
Un líder forma a su gente. No puedes ser el general de un grupo de enanitos porque eventualmente tronarás.
El concepto de ser canal aplica para la gente a la que tengas a tu alrededor. No hay mejor líder que el que te enseña a pescar en vez de resolverte el pescado nuestro de cada día, porque entonces puedes hacer sinergía. Si no lo haces así, lo que generas es dependencias, personas que en vez de asumir su propia responsabilidad, va a empezar a presionar hacia arriba para que les resuelvas, y seguramente los de arriba empezaran a presionarte también a ti para que entregues lo esperado o hasta más...pero en esa situación, estarás respondiendo a todo tu solo...¡Buena fórmula para el fracaso!
Debes enseñar a otros a brillar, debes enseñar a otros a que no acaparen...puedes parecer el guapo de la película un tiempo, pero eventualmente creer que tu puedes con todo solo es un gran ego con consecuencias auto-destructivas.
Observate si eres de los fans del control ...quizás estás creando tu propio caos.
Hay que desarrollar capacidades en los demás, que sea como la flama de una vela, no por compartirles de la flama tu te quedarás a oscuras ¡¡La luz alcanza para todos!!
Alerta.
Feliz día y Shabbat Shalom al salir las primeras tres estrellas en el cielo.
Prana Pascual
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