DOMINGO 11 DE OCTUBRE DE 2009La Luz impregna toda la realidad.
Entonces ¿por qué hay tanta miseria en el mundo? Porque las acciones negativas crean efectos negativos que ocultan la Luz. Cada vez que consciente o inconscientemente manifestamos egoísmo, intolerancia, enojo, miedo o cualquier otra característica reactiva, estamos cubriendo la Luz.
En otras palabras, hoy sé amable. Gestos simples de restricción y amabilidad hacen toda la diferencia.
Yehuda Berg
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Ser amable. Mmm. Haz en este momento un análisis rápido de que tanto lo eres.
De hecho, si has estado haciendo el trabajo desde Elul (Virgo) o eres un estudiante curioso de cambiarse a sí mismo, no debiera ser muy difícil tener la respuesta a la mano con bastante velocidad.
Yo por lo general lo soy y lo proyecto en las primeras capas de la personalidad. Bajo condiciones estándar, temperatura ambiente templada, habiendo dormido mi tiempo promedio de cinco horas y medias al menos -ojalá un poquito más- habiendo comido algo que brinde energía, sin factores externos fuera de lo común. Diagnóstico: Amable bajo situaciónes estándar. Ya fuera de ahi quizás puedo gruñir un poco (ja ja) antes de sonreir a la primera (ja ja).
Ahora bien, he estado observando como actua lo que yo le llamo "el satanazo" (un ataque súbito de ego que te conduce al enojo, o a una reacción inesperada que ataca a tu sistema).
En acuciosa observación he estado notando que habitualmente -especialmente cuando sabe que estás haciendo un trabajo de consciencia- el Satán (Fuerza Oponente en el Universo) procura tomarte de improviso, en ese momento en el que estás jugando o que estás completamente con la guardia baja y que no esperabas que podía tomar alguna acción. Me he dado cuenta que una de sus tácticas es el ataque sorpresa. Te voy a contar que me pasó ayer en Simjat Torah.
Ayer fue el cierre del proceso de crear nuestro nuevo año, nuestra "nueva película" o "cambio de destino". Aunque se inicia realmente con Elul (mes de Virgo), digamos que podríamos enmarcar que el tiempo de "las fiestas" es a partir de Rosh Hashaná y durante veintidos días más, como el número de letras que hay en el Alef Bet (alfabeto hebreo) que es donde hacemos un esfuerzo por re-ordenar nuestra historia con esa directriz, hasta el cierre de ayer com Simjat Torah (Alegría con la Torah).
Simjat es una fiesta de alegría. Es la siembra de le felicidad que tendremos en el año y se hace literalmente "constelando felicidad" en nuestras acciones físicas del día, así que lo vivimos bailando con un cierto orden y una cierta numerología. No es nada al azar.
Se baila en círculo. Esto es muy importante porque esta geometría nos asegura continuidad. Lo que más nos molesta de este mundo es que las cosas las vemos lineales, todo acaba, "inicio-fin". Eso es fastidioso para la comprensión de lo ilimitado. El círculo nos asegura continuidad, nos asegura que no sabes donde está el principio y el fin porque la figura en sí misma es eterna.
Se baila un cierto número de vueltas, en orden del Alef Bet. No bailas sin consciencia. Sin embargo ayer estuve haciendo un estudio de la actitud interna del danzante (yo incluida claro) y de lo que pasa en momentos en los que crees que ya no estás sembrando consciencia...nunca te equivoques. Nunca hay momento de siembra de consciencia que no debas estar alerta. Si no, abres pequeñas puerta para que se meta el Satán.
Inicia el baile, poco a poco sientes como se va generando energía, poco a poco va inflamándose la diversión, la alegría, la intensidad...y quizás el espacio a dejar de percibir al de al lado como un ser que también está su porción de universo (ja ja).
Un dia espero poder contar todo lo que vi en el baile, sin embargo la amabilidad es algo que se pierde fácil a partir de la risa. A veces en tu ánimo de mover la energía, de hacer algo gracioso, de ir más rápido para generar más energía a tu alrededor, de estar en el gozo, empujas, pisas , asustas, presionas, o ahora bien, cuando decides ir lento, detienes, obstaculizas, te opones a los que van en mayor velocidad. Un mosaico de eventos sucediendo al unísono al ritmo de la canción.
Notable que al cambiar la situación estándar es cuando eres capaz de asomarte a la alquimia de cada quien en su propia esfera.
Saldo blanco después de todo, alegría y energía. Ninguno arrepentido de haber participado. Sudor absoluto. Más risas que quejas --por mucho--, sin embargo hablaré por mí misma: vale la pena notar: No me puedo permitir, ni aún en el instante de la corretiza, dejar de darme cuenta que alguien puede salir lesionado emocional o físicamente por mi inconsciencia. Interesante. Aprendí mucho. También de liderazgo.
Espero un día tener momento de narrarles.
Por ahora, pon tu energía en ser amable. =) ¡¡Y que tengas un año de gran felicidad!!
Con cariño,
Prana Pascual
