Hay un concepto complejo, pero no imposible de comprender cuando recibimos enseñanzas espirituales de la Kabbalah que es la de "Dar su parte al Satán".
Siempre que ganamos algo, siempre que recibimos, algo de eso le pertenece al Satán.
El árbol de la vida tienen 10 séfiras de las cuales una es el mundo físico, 9 son del mundo espiritual y 1 es el mundo terrenal que reconocemos.
El mundo físico se caracteriza por tener los elementos tiempo, espacio y movimiento, así como poder experimentar la idea de que las cosas pueden desaparecer, que puede haber carencia o caos.
Dar su parte al Satán es de cierta manera revitalizar al mundo, por eso se da un diezmo, por eso cuando se parte el pan (jalá) de Shabbat se corta una partecita del pan y se tira con toda la consciencia de que el deseo del ego sea saciado y nos permita disfrutar de la energía espiritual sabiendo que atendimos las necesidades de ese motorcito que es el ego, y que este no crecerá desmedidamente por sentir carencia o desatención.
El ego está hecho de eso, de deseo, de ganas de recibir, de estar viendo "¿Qué hay aquí para mi?" Y si no lo atiendes, se desboca, como Esaú lo hizo con Jacob.
Esaú reunió a un ejercito de 400 personas para ir tras de 1 hombre, pero Jacob hizo gala de humildad y de generosidad. El quería darle todo lo que había logrado, sin embargo, gracias a las acciones de Jacob, Esaú no quiso recibirlo y por el contrario, hizo las paces con su hermano. En un instante paso de odio a amor y dejó de desear la famosa bendición de primogenitura que sentía que le pertenecía.
En la vida cotidiana lo entenderemos como ser capaces de compartir con otros de nuestra buenaventura, de que cuando recibamos ingresos dar un diezmo a alguna causa que entre nuevamente al flujo de creación de bienes o de generación de consciencia.
A veces cuando no lo haces deliberadamente, el Satán se cobra "a lo chino" y te lo arrebata de alguna manera, verás que surge algún pago impositivo que no esperabas, se da algún robo que lamentablemente te hace perder lo que pensabas que sería pura ganancia, hay algún choque o accidente que no se tenía presupuestado y que te hace perder donde pensabas que ibas a ganar.
Se dice que si tú no das voluntariamente su parte al Satán, el tendrá derecho a llevarse de más o todo.
Revisa tu generosidad, revisa que las compensaciones que se dan sean justas, revisa que no caigas en avaricia. Revisa en ser consciente de que si tu tienes un manantial de abundancia, lo recibes por bendición de lo Alto y con el fin de que también lo pongas a trabajar en este mundo, para eso solo reinvirtiendo en este mundo es posible.
Normalmente la proporción es el diezmo, ten cuidado de balancear bien, el otro lado de la moneda es crear Pan de la Vergüenza que es el dar desmedido y sin consciencia o merecimiento que echa a perder las relaciones y aniquila el deseo de generar de los demás causando otro tipo de problemas. (de eso he escrito mucho en este mismo blog, puedes buscar al respecto).
Recuerda que esta semana estamos trabajando mucho con Jacob que es la columna central del árbol de la vida y por tanto, del equilibrio y el balance en el mundo.
Hay que participar en que este mundo siga siendo una fuente de abundancia y para ello hay que mantener un buen Orden.
Shabbat Shalom cuando sean visibles las tres primeras estrellas en el firmamento.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Imagen https://www.renacer.ar/diezmo/
2 comentarios:
Siempre oportuna y sencilla. Gracias Prana. Me hacés bien y te abandono pero no del todo.
No me abandones que si te echo de menos Marga :-) tantos años de amistad virtual!
Prana Raquel
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