jueves, 28 de septiembre de 2023

La importancia de las nubes


La siguiente etapa de el proceso de revivificar nuestra alma se llama Sukkot y este año comienza en la noche del viernes 29 y hasta el día 6 de octubre (cada año cambia por tratarse del calendario lunar).

Como les he comentado, esa es la segunda parte del proceso, de recibir nos vamos a la posibilidad de compartir. 

Normalmente , ya dentro de un proceso espiritual del resto del año, lo que se nos pide es reflejar la luz desde la tierra hacia el cielo, es decir que compartamos con la certeza de que recibiremos (primero dar y después tener certeza de que volveremos a recibir). ¿Te fijas? Es a la inversa a lo que sucede en este momento en el que se están recreando las fases de la Creación: primero la Luz da, y nosotros recibimos, y hasta después de que hemos experimentado esa misericordia del Universo, podemos generar este deseo de ser compartidos como lo es la Luz con nosotros.

Por supuesto el resto del año en nuestro trabajo espiritual, esto nos implica un esfuerzo de confianza  de que siempre el Creador proveerá y que no hay por qué temer a la ausencia de sustento. 

Uno de los puntos a fortalecer con nuestra espiritualidad, es desarrollar la certeza de que la abundancia y la prosperidad son primero, una energía que nos llena, y después una manifestación material. El que tenga consciencia de carencia seguramente eso es lo que cosechará.

Pero en este momento del año en particular, primero generamos la vasija,  que es físicamente construir esa cabaña que se llama sukka, la cual es una manifestación de un contenedor, y después como un vaso que espera a el agua que viene de la jarra, la Luz la llenará de nueva agua fresca y vivificante.

La sukka, (el contenedor), tiene una relación importantísima con las NUBES.

Las nubes tienen una connotación de gran importancia con nuestra relación con El Creador:

La Biblia asocia las nubes con las diversas manifestaciones divinas. Ya sea el éxodo de Israel de Egipto, donde la nube guio y protegió a los hebreos en su trayectoria por el desierto, les cubría parcialmente del calcinante Sol del desierto y además les mostraba su camino, o en la transfiguración de Jesús (en el Nuevo Testamento), donde una nube brillante los rodeó a él y a sus discípulos. En ambos casos, Di.os se reveló a su pueblo a través de una nube.

Podría ampliar este comentario a que también el arcoíris tiene una alianza con Di.os y la Humanidad, ya que el arcoíris necesita la RESTRICCIÓN QUE de las nubes para hacer la difracción de la Luz y generar el espectro de Luz blanca difractada en los colores que conocemos en nuestro mundo.

Volvamos a la sukka y las nubes: El techo de la sukka, representa a LAS NUBES, ya que debe permitir ligeramente pasar a los rayos del sol, no debe ser completamente sellada, sino que debe permitir que sigamos haciendo contacto visual con el cielo y muy importantemente con las estrellas.

Esto nos permite seguir teniendo nuestra conexión con lo Alto pero bajo un manto protector que no nos lastime y que por el contrario, sea reconfortante y fresco.

No se tu que opines, a mi me encanta reflexionar al respecto por todo lo que le encuentro de hermoso a este mensaje.

Feliz jueves Comunidad

Prana Raquel Pascual Mejía - Psicoterapeuta y Coach

Imagen https://www.lared.cl/tag/nubes-de-arcoiris


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