"La porción de Vayetsé dice que
Yaakov tiene un sueño, y luego despierta. Conocemos el sueño: él ve una
escalera y ángeles que ascienden y descienden por ella. Tanto la Torá como el
Zóhar dicen que Yaakov despierta de su sueño y se recrimina a sí mismo: “¡El
Creador está aquí también! ¿Cómo no lo supe? Dios estuvo aquí, la Luz del
Creador estuvo aquí… ¿Por qué me permití dormir?”.
Así, el Zóhar nos dice que este
lugar, tanto el espacio físico como el momento, por alguna razón estaba
destinado a revelar una gran Luz. ¿Pero es sorprendente, incluso para Yaakov,
que él no supiera que ese era el momento y el lugar donde ocurrirían grandes revelaciones?
No tiene sentido que se molestara por ello, porque nosotros nunca sabemos cuál
será el momento o el lugar donde una gran Luz será revelada.
Por ello, resulta sorprendente:
¿por qué Yaakov se recrimina el no saber que ese era un lugar y un momento tan
poderosos? El Zóhar dice, y es importante entender esto, que hay un secreto
aquí en cuanto a qué era lo que Yaakov se decía a sí mismo y qué nos está
enseñando. Yaakov se despierta y dice: “No lo sabía. No logré conectar con lo
que llaman el rostro del Creador”.
Rav Áshlag explica que cuando
Yaakov dice “Yo no lo sabía”, es como si estuviera preguntando:
“¿Cómo puede ser que todo esto me haya sido revelado a mí y yo no me
esforcé por conocer más, por conectarme de una manera aun más poderosa con la
Luz del Creador y perfeccionarme?”.
El Zóhar nos está diciendo que cuando Yaakov
despierta y pregunta: “¿Cómo no lo supe?”, lo que realmente está diciendo es:
“¿Cómo me permití no esforzarme al máximo para volverme perfecto, justo después
de lo que acabo de vivir? Después de esta experiencia, ¿cómo puedo permitirme
volver a ser la misma persona?”. Y he ahí el secreto.
Y lo que Yaakov se dijo a sí mismo es algo que
debemos preguntarnos cada día, todo el tiempo:
Cómo pudimos haber vivido
ciertas experiencias y no esforzarnos e impulsarnos de forma completamente
distinta."
Comunidad: en estos días he estado observado los dolores que nos pasan como humanos.
Una de las causas más evidentes es cuando nos instalamos en el patrón de "no hacer", "no decidir", "omitir", "ignorar", "hacer desidia", "fingir que no está pasando", "engañarnos a nosotros mismos de que si somos pacíficos y nos mantenemos quietos ante una situación des-balanceada esta tomara su cauce sin nuestra acción."
La verdad es que si, la vida toma cauce con o sin nosotros, pero nosotros podemos quedarnos en el caos porque no imprimimos ninguna energía de novedad y de resolución a problemas que se van volviendo añejos.
¿Pasó algo importante? ¿Algo difícil? ¿Algo que debería haber sido un antes y un después y tu te estás quedando igual?
¿Ya estás anestesiado ante algo? La vida tiene despertadores muy intensos, ojo.
No transformarnos, no tomar la vida proactivamente en nuestras manos, eso es no lograr conectar con lo que llaman "el rostro del Creador"
Despertemos.
Shabat Shalom cuando el día, finalmente alcance a la noche. :-)
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
Texto de Michael Berg http://www.michaelberg.net/es/articles/esforzarnos-para-volvernos-perfectos
Imagen del mismo sitio.
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