martes, 6 de diciembre de 2016

Dime qué temes...

¨Vayetze¨ significa ¨Salirse de¨.
Este es el nombre de la porción que estamos recorriendo esta semana. En el texto de la Torah o Biblia, lo que sucede es que Jacob huye después de tomar la bendición de primogenitura que le diera Isaac y que aparentemente pertenecía a Esau, quien desde ese momento se puso como misión matarlo.
Hablando de los Patriarcas, se dice que Abraham nunca experimentó miedo ¿Cómo alguien puede no tener miedo? Por la certeza de que compartir era la conexión.

En cambio, Jacob vivió todas las crisis que puede vivir un ser humano, sin embargo todo lo que el tocaba se convertía en oro.

Abraham y Jacob, abuelo y nieto, son carrozas de energías distintas. Abraham abrió el canal de la misericordia y el amor entre los seres humanos, sin embargo Jacob, ya es carroza de algo que sabemos que se llama columna central, es decir el balancear toda situación, hacer restricción a los deseos egoístas y transformarlos en deseo de compartir, luego entonces tenía que estar en situaciones de desbalance, para poder corregirlas.

En este aprendizaje, debemos saber que los miedos juegan un papel crucial.
Jacob se fue de Barsheva a Jarán, el lugar mas negativo de la tierra, ahí vivía Labán, el hermano de su madre Rivka, que era un ser muy negativo que solo quería sacar provecho de la gente, y por ello, era muy temible. Jacob vivió ahí, y sin embargo, nunca le pasó nada, tenia un ángel que lo protegía.
Cuando una persona controla sus atributos negativos nada en este mundo lo puede tocar.
Nos explican nuestros Maestros: La seguridad más grande de un ser humano es trabajar en si mismo para estar por sobre de la fisicalidad.
Es interesante porque en la vida nos pasan "cosas", pero si aprendemos que nada está aparte de las causas que sembramos, podemos entonces sentir paz.
Por ejemplo, alguien te roba, entonces tu no puedes dejar de revisar: ¿Tu qué has tomado con ventaja de otros? Quizás no parece robo, pero todos llegamos a tomar cosas que no nos corresponden, es decir, menos evidente, pero tomamos lo ajeno. ¿Cómo qué? 
¿Algún legado u herencia que no nos correspondía?¿Ventaja de que otros no sabían que había y lo declaramos nuestro sin pensar que esa energía estaba para compartir no para acumular?¿Robamos tiempo de los demás? ¿Tomamos un crédito del mérito ajeno?
Todo en este mundo es energía, aunque la veamos materializada, todo es Luz manifestada en distintos niveles de vibración.
Si tu observas donde tomas más que lo que compartes y lo puedes corregir, entonces el proceso no tendrá que venir a balancear y podrás estar en paz.
Hay muchas maneras de tomar, no solo las que nos parecen más evidentes. 
¿Salirse de qué? De las conductas que son una reacción a nuestros miedos.
Dime que has temido algún día en tu vida, y te diré donde has tomado de más.
No busques solo en tu conducta cercana, busca en tu proceso de vida, ahí encontrarás respuestas de donde has sido un consumidor más que alguien que estaba para compartir.
Feliz día Comunidad
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
Basado en clase de Vayetzé centro de Kabbalah México 2009.
Imagen http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tag/ladron/











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